Con las perspectivas de una super cosecha de trigo, que comenzará en dos meses y que apunta a obtener el récord más de 20 millones de toneladas, y la implementación de los nuevos derechos de exportaciónhasta fines de 2020, los productores empezaron a sacar cuentas de cara a la inminente campaña gruesa, cuyas estrellas son la soja y el maíz. Y las primeras decisiones revelan un retroceso en la intención de siembra del cereal y un avance en las hectáreas a ocupar con soja.
Es que los cambios en materia tributaria, con las nuevas retenciones de $ 3 o $ 4 por dólar exportado, pegaron en la estructura de costos de los productores sobre todo para los cultivos de verano, en un contexto de precios internacionales deprimidos por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y el alza local de insumos (desde semillas, a fertilizantes, pasando por agroquímicos y hasta el combustible). También crece la preocupación por la falta de agua, que limita el avance de la siembra temprana de maíz.
Con los cambios en las retenciones, el principal perjudicado es el cereal. Las últimas estimaciones dan cuenta de que el cereal apunta a cubrir 6,6 millones de hectáreas, casi 3% menos de lo previsto hace un mes, cuando ninguna producción agropecuaria, salvo el complejo sojero, estaba alcanzada por derechos de exportación, de acuerdo con la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). En tanto, las previsiones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires apuntan a que el maíz cubra 5,8 millone de hectáreas.
Si bien habrá aumento interanual en el área destinada al maíz, el cereal resignará espacio a la soja, que apunta a alcanzar 17,9 millones de hectáreas, 1,3% por encima del año previo pero lejos de los récord de años anteriores (cuando se acercó a 19 millones de hectáreas).
Así y con menos tecnología aplicada (por el impacto de la devaluación en el costo de pesticidas y fertilizantes entre otros), el maíz podría reportar 43 millones de toneladas de producción total y la sojallegaría a 50 millones de toneladas, una cifra superior a la anterior campaña pero entre 7 u 8 millones de toneladas por debajo de las últimas campañas.
"Los cambios de planes en el maíz no afectan a los lotes de siembras tempranas, sino a los de siembra tardía, los que se realizan a partir de diciembre", resaltó la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la BCR..
En el relevamiento surgió que los productores del NOA y Córdoba -los más alejados de los puertos y por lo tanto con mayores costos- son los que más manifestaron el cambio de planes de cara a la cosecha: se hará más soja pero con menos tecnología.
Paula López