La decisión del Gobierno de levantar las restricciones a la vaca con destino a China generará un ingreso adicional de divisas que oscilará entre los USD90 millones y USD130 millones, de acuerdo con estimaciones privadas.
Operadores del negocio ganadero calcularon que esta flexibilización del cupo tendrá un impacto directo en la cotización de la vaca, que podría aumentar hasta un 20% por factores estacionales y un mayor ritmo de la demanda china. Aunque aclararon que esta suba no afectará los valores de la hacienda de consumo, que se mantiene estable a causa de la caída en las ventas en las carnicerías.
Más allá de los números del negocio, los anuncios del Ministerio de Agricultura de hoy buscarán descomprimir el conflicto que surgió entre el campo y el Gobierno a partir de la Resolución 408/2021.
Las nuevas designaciones del Gabinete llegaron para dar un mayor volumen político en áreas sensibles para la gestión del presidente Alberto Fernández.
El desembarco de Julián Domínguez en el edificio de Paseo Colón responde a esta necesidad de centralizar las negociaciones con el agro, que en el caso de la carne se dividían entre Desarrollo Productivo y Comercio Interior.
En la previa a la reunión de esta tarde entre Domínguez y la Mesa de Enlace, el negocio ganadero llega con dos escenarios bien diferenciados. En materia de comercio exterior, el ingreso de la vaca reactivará la actividad en los frigoríficos, mientras que para el Estado representará un ingreso extra de entre USD8 millones y USD13 millones en derechos de exportación. En paralelo, las vaquillonas y los novillitos con destino consumo se comercializan con bajas, que no se trasladaron a mostradores.
Francisco Ravetti, especialista en ganadería de la Consultora AZ Group, analizó cuál será la perspectiva de precios para la vaca en los próximos meses.
En este punto, señaló que habrá dos factores que sumarán presión alcista para el precio de esta categoría. Por un lado, la oferta se reduce en este tramo del año por cuestiones estacionales, que a su vez coinciden con la mayor demanda china, que pisa el acelerador para abastecerse de cara a la celebración de su Año Nuevo.
En este contexto, los precios pagados por el gigante asiático comienzan a registrar niveles similares a los de diciembre de 2019, cuando se tocaron cifras récord. En los remates de hacienda, y la espera de los anuncios oficiales, la vaca transita días de estabilidad. "En este momento, el precio se encuentra planchado y solo se mueve a partir de pedidos puntuales de los frigoríficos", reconoció un comprador que transita a diario los pasillos de Liniers.
En el último mes, la hacienda de consumo tuvo bajas que oscilaron entre los $5 y $10 por kilo. Los operadores del mercado consultados por este medio coincidieron en destacar que esta caída no se debe al cupo exportador. Las razones se deben buscar por el lado de una demanda que no puede convalidar más aumentos en las carnicerías.
La normativa que limita las exportaciones, vigente desde finales de mayo, aplicó restricciones a las ventas externas de vaca con destino a China, cupo kosher, novillo no Hilton y un listado de siete cortes parrilleros de vaca. A partir de su implementación, el Gobierno autorizó una cuota de 3.500 toneladas mensuales de kosher con destino a Israel.
De acuerdo con estadísticas privadas, las ventas externas de agosto crecieron un 25% en la comparación con julio, en parte por la apertura de Israel y la mayor incidencia de la Cuota 481, compuesta de carne de feedlot de alta calidad con destino a Europa.
Por Andres Lobato
