La baja en el precio de la soja en Argentina desalentará a los productores al momento de comercializar el grano y, ante este escenario, la industria tendrá dificultades para hacerse de materia prima.
De acuerdo a analistas granarios consultados por este medio, a partir del cierre de registro de exportaciones en harina y aceite de soja, que se reabrió el lunes 21 de marzo, se generó un impacto negativo. Así, los precios internacionales y locales del poroto recorrieron senderos opuestos, con subas en las pizarras de Chicago y recortes en los valores disponibles en Rosario.
La otra variable que enciende luces de alarma en el complejo agroexportador es el recorte de la cosecha de soja. El año pasado y ante la falta de materia prima, el polo de crushing rosarino intensificó el ritmo de importaciones de poroto, que pasaron de 3,5 millones de toneladas a 5 millones. El principal abastecedor es Paraguay, con más del 80% del total importado. Además de volumen, la soja paraguaya aporta un elevado nivel de proteína, clave para la elaboración de subproductos.
El escenario para la molienda local será complejo, con una caída en la producción de 6 millones de toneladas en Argentina, mientras que en Brasil el recorte será de 15 millones. En Paraguay las proyecciones de caída también son elevadas. "El mercado de soja en Argentina cayó en USD40 y en Chicago subió USD10", estimó el consultor en agronegocios Pablo Adreani, ante una consulta de este medio. Y agregó: "Se empieza a visualizar un impacto diferenciado en los mercados".
Con este nivel de retroceso en los precios, estimó que los productores empezarán un ciclo de retención de granos. De esta manera, y de mantenerse el escenario, las operaciones comerciales serán más puntuales y los agricultores sólo se desprenderán de grano para cubrir costos de trabajo o bien cumplir compromisos adquiridos con anterioridad. "El campo está concentrado en vender maíz y empieza a haber una fuerte oferta del cereal en los puertos de Rosario, mientras la oferta de soja será menor", sostuvo.
Fuentes de la industria consultadas por BAE Negocios señalaron que si bien el escenario con respecto a la provisión de materia para los próximos meses es volátil, dependerá del nivel de precios. "Por ahora no vemos una reacción de los productores que indique retención, pero el panorama es incierto", señalaron.
De acuerdo a estadísticas privadas, hasta el momento se llevan comercializados 8,7 millones de toneladas de la soja 2021/22, un 21% de la producción estimada para este ciclo, 41 millones de toneladas. Este avance de campaña se encuentra por debajo del año anterior, cuando en el mismo período los productores entregaron 10,6 millones de toneladas, un 23% del volumen total cosechado.