Buzzi destacó que China, en su voracidad por la carne a nivel mundial, podría absorber toda la producción ganadera argentina, comparando la situación con acciones tomadas por Australia y Brasil para evitar un escenario similar. Advierte que, de permitirse esta apertura total, el kilo de carne podría alcanzar los $25,000, equiparando los valores a estándares internacionales en dólares o euros.
El dirigente rural subrayó que la liberación del comercio de carne podría tener consecuencias significativas en el consumo interno, argumentando que "China podría absorber hasta el mugido de las vacas". Además, hizo hincapié en que, si se permitiera la libertad total en el mercado, solo unos pocos millones de argentinos podrían acceder a la carne, mientras que el resto se vería obligado a consumir alternativas como fideos, legumbres u otras proteínas.
Buzzi también criticó la falta de señales claras del presidente electo en relación con las preocupaciones del sector agropecuario, señalando la ausencia de definiciones sobre retenciones, desarrollo rural, agricultura familiar y diversificación productiva. En este sentido, cuestionó la aparente falta de atención a regiones específicas como Salta, Tucumán, NOA y NEA, instando a abordar problemas históricos en la ganadería.
En otro aspecto, Buzzi abordó el fenómeno del voto antiperonista en la ruralidad, remontándose a los "moretones de 2008" y destacando que, a pesar de sus raíces peronistas, existe un antiperonismo manifiesto en el sector agropecuario. Lamentó este fenómeno y sugirió que el voto actual hacia Milei y otros candidatos responde en gran medida a ese sentimiento antiperonista arraigado en la comunidad rural.