Sarquís sostuvo que la lluvia del fin de semana "fue un paliativo" y recordó que "hay zonas más afectadas que otras" porque "la provincia de Buenos Aires es un país dentro de un país, con más de seis regiones bien diferenciadas en forma agroclimatológica y geopolítica".
Durante los últimos días se registraron lluvias de entre 30 y 50 milímetros en el norte, nordeste y sudeste bonaerense, aunque los productores consideraron menor el impacto, ya que comenzó la cosecha en vastos sectores. "Vamos a tener una cosecha compleja. Uno tiene que ser muy cuidadoso cuando habla de estos temas como los de las emergencias, porque cuantificar una sequía es mucho más difícil que estimar el daño de una inundación y hay que ser muy preciso", aseveró Sarquís.
El ministro, por otra parte, indicó que en el transcurso de esta semana se convocará a la reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria, encargada de proponer al Poder Ejecutivo la declaración de emergencia agropecuaria de la zona afectada, con delimitación del área territorial a nivel de partido o sectores del partido, cuando factores de origen climático, telúrico, físico o biológico afecten la producción.
En ese sentido, Sarquís dijo que "se está recibiendo la documentación de los municipios que la solicitaron" y enfatizó que "el 35% de las áreas cultivables de la provincia bonaerense tiene un grado de afectación".
"Esto es desde lotes perdidos hasta los que se hasta el momento se pueden recuperar si llueve lo necesario", agregó.
Por último, indicó que "lo primero a considerar es que el cambio climático vino para quedarse. Habrá condiciones climáticas adversas con mayor frecuencia".