Economía

Cae el poder adquisitivo, cae el consumo interno de carne

El consumo de carne bovina durante agosto fue de 50,3 kilos anuales por habitante que, de acuerdo a estimaciones privadas, representa una caída del 2,7% en relación al mismo mes de 2019.

El consumo de carne bovina durante agosto fue de 50,3 kilos anuales por habitante que, de acuerdo a estimaciones privadas, representa una caída del 2,7% en relación al mismo mes de 2019. 

Según la Cámara de la Industria de Carnes (Ciccra), el consumo de carne registró desde 2013 una curva descendente, en donde el mercado doméstico perdió 11 kilos. Así, el consumo cayó de 61 kilos anuales a los actuales 50,3 kilos. 

A la hora de buscar explicaciones a esta situación, Miguel Schiariti, titular de Ciccra, señaló que uno de los factores de peso radica en la depreciación del poder adquisitivo desde el año pasado, ante la imposibilidad de los salarios de igualar a la inflación. Si bien este descenso de 1,4 kilos en los últimos doce meses ocurre en un escenario de incremento en el volumen exportado, descartó que el menor consumo se origine en este avance de la exportación

El directivo analizó que en los seis meses de cuarentena, el negocio atravesó una serie de factores que presionaron los valores en los mostradores de las carnicerías. "El lockout ganadero por el aumento de las retenciones y las lluvias de abril en la Pampa Húmeda generaron desabastecimiento y suba de precios", advirtió. 

A estos factores, Schiariti agregó el conflicto con las curtiembres, en donde al no pagar más por los cueros recibidos sumaron un factor extra para el incremento de precios. Pero frente a este panorama complejo, desde la entidad estimaron que el consumo sólo descendió 1,5% en un año. 

Pese a esta caída, el consumo de proteína animal se mantiene en niveles estables y oscila entre los 110-115 kilos. Entre enero y agosto de 2020, la industria de la carne bovina procesó 2,07 millones de toneladas -2,8% más en la comparación interanual- de las cuales se exportaron 559.300 toneladas, que representa un incremento de 13,8% con respecto a agosto 2019. 

Para Schiariti, estos números "no ejercen presión", porque en el caso de China, Rusia y Estados Unidos se exportan vacas, mientras que los cortes de calidad de animales pesados no tienen una gran demanda en el ámbito doméstico.