El economista y empresario Gustavo Lázzari habló en radio Chacra y expresó preocupación por las condiciones en la apertura del mercado de alimentos. En este sentido, señaló que la importación de productos terminados sin la posibilidad de importar insumos a precios competitivos afecta a la industria local, como en el caso de la producción de fiambres, donde los costos de insumos son significativamente más altos que en el mercado internacional debido a restricciones y controles cambiarios.
A pesar de que se justifica la apertura del mercado alimentario con el argumento de combatir la inflación, los precios en la cadena porcina y de productos derivados han disminuido, lo que indica que la medida no ha tenido el impacto esperado. En cuanto a las trabas para emprender en Argentina, el economista destaca la necesidad de reformar las leyes laborales y reducir la carga impositiva para fomentar la contratación y el crecimiento de las empresas. De esta manera, el economista llamó a generar un entorno favorable para el desarrollo industrial y agropecuario en Argentina, promoviendo la competitividad, la inversión y la previsibilidad en las políticas económicas.
"Hay un impacto de ruido porque es una medida que claramente no iguala ante la ley, y esperábamos una apertura pero en igualdad de condiciones", sostuvo Lázzari, en relación a la apertura del mercado de alimentos y agregó que "toda vez que se permite la importación del producto terminado y no la importación del insumo determinante para hacer estos productos".
Es decir, hoy producimos fiambres comprando tripas y aditivos a un 40-50% más que el valor internacional producto del Cepo y la restricción de oferta local. "Pensamos que podíamos primero adquirir maquinarias e insumos para después competir", dijo el economista y contó que a pedido de los supermercados fue al revés.
El economista señaló que la segunda reacción de impacto que tuvimos es "sorpresa porque el argumento por el cual habilitan los dólares para importar alimentos, y básicamente se lo habilitan los supermercados, era el aumento de precios de los alimentos, y sin embargo la cadena porcina bajó 15% respecto de diciembre el precio del cerdo vivo, entre 25 y 40% el precio de los cortes desde diciembre hasta ahora, y los fiambres bajaron entre el 10 y el 12%" y explicó que son "lo que vendías a 100 en diciembre, hoy lo vendés a 85".
En este sentido, el economista explicó que lo que necesita el sector porcino son maquinarias y, fundamentalmente, insumos industriales. "Permitamos la importación de lo que mueve el músculo privado, en un contexto donde hay una recesión pavorosa y necesitamos que se muevan las empresas", opinó Lázzari y resaltó: "Solamente el 30% del consumo de alimentos pasa por las grandes cadenas. El resto es canal tradicional, donde las bajas de cerdo, pollo y vacas se ha verificado".
Lo que se habilita en este nuevo empujón de importaciones es pagar a 30 días y te sacan la percepción de IVA, que es el 20%, y de ganancias, que es el 9%. "Por eso Argentina subsidia eso, porque si yo trajera insumos tengo que pagar 21, más 20, más 9% de ganancias y los supermercados van a pagar solamente el 21%", explicó el economista y agregó que "hay un subsidio local".
Además, Lázzari habló sobre la idea de modificar las leyes laborales para acceder de manera más fácil a los alimentos. "Las dos trabas principales que tiene hoy un emprendedor, un productor agropecuario, una pyme, son el sistema laboral que está diseñado para que no contratemos gente", sostuvo el economista y contó que "necesitamos un sistema laboral diseñado para contratar gente y para contratar gente hay que eliminar los riesgos de la contratación. Esto son básicamente las indemnizaciones cuadruplicadas, sextuplicadas por las multas de la ley de empleo"
"El segundo punto es que Argentina tiene que bajar impuestos", opinó Lázzari y destacó que "el diseño impositivo se hizo para una espalda que no existe". Además, el economista explicó que si sacas las retenciones y las regulaciones que tiene el productor, la Argentina en ocho y diez años puede duplicar la producción agroindustrial. "Todo lo que duplicamos se exporta", señaló.
Por otro lado, habló sobre los precios de la carne de cerdo. "En líneas generales la carne de cerdo pasó de 6 kilos a 16kg/hab/año, tenemos muchísimos más para crecer porque la carne de cerdo es la más consumida del mundo", sostuvo el economista y agregó que "la carne de cerdo puede ser complemento de la vacuna".
"Durante 100 años, el sector agrícola argentina demostró que podemos ser el primer exportador de carne del mundo a la vez del primer consumidor de carne per cápita del mundo", contó Lázzari y resaltó que "tiene que crecer el cerdo, el vacuno, el pollo, podemos hacer las mejores calidades del mundo en todas las carnes y lo único que necesitamos es previsibilidad".
