afirmó.
Consultado sobre la diferencia entre el actual mercado y el histórico de Liniers, Lanusse reconoció que la operativa sigue siendo similar, aunque con menores ingresos. "Liniers, en 1900, recibía hasta 25.000 cabezas. Era otra oferta, otra escala", recordó. Sin embargo, resaltó que el espíritu de comunidad sigue intacto: "Es como una gran familia donde todos se conocen y hay compañerismo en la puja de precios".
Respecto a la evolución de los valores en el último tiempo, Lanusse explicó que el mercado atravesó momentos de estabilidad y repuntes. "En enero, si bien trabajamos más que el año pasado, los precios no fueron los mejores hasta que pegó un salto. Hoy, el gordo liviano de 300 a 310 kilos es la vedette del momento", detalló. Actualmente, los precios rondan los 3.100 a 3.300 pesos, dependiendo de la categoría y condiciones de venta.
La cautela domina el comportamiento de los compradores. "Los de exportación están preocupados porque los números no cierran. Quienes comercializan carne para el consumo interno también enfrentan dificultades para trasladar los costos", explicó Lanusse. A pesar de esto, destacó que la carne sigue siendo uno de los alimentos más accesibles en Argentina. "Un kilo de asado a 10.000 o 11.000 pesos sigue siendo barato en comparación con otros productos", señaló.
Sobre la planificación de los próximos meses, Lanusse confirmó que el 25 de febrero habrá un remate feria en Tornquist y que marzo marcará el inicio de la zafra. "Estamos en la puerta de la zafra. Con valores firmes para el gordo, el ternero debería acomodarse en precios interesantes", indicó.
Finalmente, dejó un mensaje para los productores: "Agradecerles por su esfuerzo. Sabemos que es un trabajo difícil e incierto, pero confiamos en ellos. Debemos seguir apostando, cuidando este mercado y sosteniendo una tradición que es parte de nuestra historia ganadera".
