En 2019, el programa de asistencia técnica de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), junto al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria de Bolivia, licitó la provisión de moscas del Mediterráneo estériles para el departamento de Cochabamba, situado en la zona centro del país, con producciones de durazno, papaya, chirimoya, manzana y cítricos.
Actualmente existe un plan de provisión a Bolivia de 60 millones de insectos que se está completando mediante el envío de 10 millones semanales, los cuales son recibidos por el programa boliviano de control para su liberación en Cochabamba.
Además de los envíos a Bolivia, se suman despachos semanales de 4 millones hasta alcanzar los 58 millones de pupas solicitadas por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile, para su región metropolitana.
De esta forma, la Bioplanta del Iscamen se consolida como referente a nivel internacional en la producción de insectos estériles para el control de plagas agrícolas. Los convenios internacionales que lleva adelante el organismo tienen como objeto avanzar hacia la sostenibilidad de los procesos de producción que se desarrollan en la Bioplanta ubicada en Santa Rosa.
Asimismo, aporta el insumo fundamental para la protección de las áreas libres de mosca del Mediterráneo en la Patagonia a través de dos envíos semanales (28 millones) de insectos estériles desde el Centro de Empaque en el departamento de General Alvear.
Tanto la Patagonia como los oasis Sur y Valle de Uco de Mendoza son áreas reconocidas internacionalmente como libres de esta plaga y sostenidas fundamentalmente a través de la liberación de machos esterilizados producidos en la Bioplanta Santa Rosa del Iscamen, que interrumpen el ciclo biológico de la plaga mosca del Mediterráneo.
Bioplanta de producción
En Mendoza se utiliza para el control de la mosca del Mediterráneo la Técnica del Insecto Estéril (TIE). Consiste en la cría masiva, esterilización y posterior liberación al medio ambiente de ejemplares machos esterilizados de esta especie, los que al cruzarse con hembras fértiles no dejan descendencia.
Los insectos esterilizados pueden competir y aparearse con los insectos silvestres. Como resultado, se produce una reducción de la fertilidad de la población natural, con la disminución de la cantidad de plaga, hasta provocar incluso su desaparición.
Esta técnica es aplicable a otras plagas que afectan la agricultura, como también a aquellas que impactan sobre la salud humana; el carácter multipropósito y modular de la Bioplanta del Iscamen significa un gran potencial de la capacidad instalada. Además, permite en la actualidad avanzar en los estudios que posibiliten la cría masiva de otros insectos plaga como la mosca sudamericana de la fruta (Anastrepha fraterculus) y el gusano barrenador del ganado (Cochlliomyia hominivorax), por el cual se proyecta con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay la provisión de 8.300 millones de insectos en 10 años.
También se realizan estudios para ajustar la cría y esterilización de otros insectos como Tenebrio molitor, Drosophila suzukii, Lobesia botrana y Aedes aegypti, mosquito vector del dengue. La Bioplanta es una gran fábrica de insectos donde cada sala reproduce las condiciones de un estadio biológico de insectos plaga. Esta infraestructura es única en su tipo en Mendoza y la de mayor envergadura en Sudamérica.