Los chinos han vivido una serie de problemas internos que dificultan el equilibrio de los alimentos. En el sector de la carne, se produjo la peste porcina africana y la gripe aviar.
En los campos, hay un avance de la devastadora oruga del cartucho. En el sector de la salud, apareció Covid-19.
Todo esto significa una caída en la producción de alimentos y la necesidad de un mayor cuidado con el suministro. En vista de esto, los chinos están abriendo aún más puertas al mundo.
Es una oportunidad para Brasil, pero también habrá una mayor competencia. Solo en los primeros cuatro meses de este año, los chinos liberaron 1.061 mataderos para exportar carne al país. De este total, el 94% son de los Estados Unidos .
Los datos son una encuesta de las oficinas de CNA (Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil) e InvestSP, en Shanghai, que señalan buenas posibilidades para las exportaciones brasileñas de proteínas a los chinos.
En 2019, los chinos ya habían lanzado 644 refrigeradores en todo el mundo. Las mayores preocupaciones son con carne de cerdo y ternera. Solo los Estados Unidos tuvieron 451 instalaciones de envasado de carne liberadas para la venta de carne de cerdo este año y otras 437 para carne de res.
Con el impacto de la peste porcina y la consiguiente caída en la producción, los chinos han recurrido al aumento de la carne de pollo, un proceso más rápido. En 2019, China produjo 22,4 millones de toneladas de pollo, un 12% más que en 2018.
Los analistas de CNA e InvestSP dicen que esta recomposición de la producción china será lenta y que los impactos de la crisis sanitaria se extenderán por mucho tiempo.
En este contexto, se crearán grandes oportunidades para las empresas brasileñas que exportan todo tipo de proteína animal.
La producción de carne de cerdo de China cayó a 43 millones de toneladas en 2019, una caída del 20% de 54 millones en 2018. Como resultado, la necesidad de importar carne de cerdo y carne de res fue de 951 mil y 513 mil toneladas en primer trimestre de este año, con incrementos de 170% y 65%, respectivamente, en relación con 2019.
Fuente: BrasilAgro
