En Mendoza, con el fin de controlar la polilla de vid, se están cubriendo 130 mil hectáreas de vid en todo el territorio provincial. Estará a cargo de la provincia y las actividades se extenderán hasta la segunda semana del mes de noviembre, con productos específicos para esta plaga y en zonas delimitadas.
Técnicos del Iscamen y de los municipios se reunieron para coordinar las acciones a desarrollar. Próximamente comenzará a prestarse el Servicio de Tratamientos Aéreos en los Departamentos de Luján, Maipú, Santa Rosa, Junín, Rivadavia, San Martín y Lavalle. El año pasado se logró reducir la plaga en un 70%.
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El criterio técnico priorizado en esta campaña es reforzar las áreas de la provincia con mayor presencia de la plaga. En este sentido, el Servicio de Tratamientos Aéreos se llevará a cabo en 54.976 hectáreas, incluyendo 9.059 has en Rivadavia, 3.526 en Junín, 18.231 en San Martín, 5.266 en Maipú, 4.932 en Santa Rosa, 9.947 de Lavalle y 4.013 en Luján de Cuyo.
Productos a utilizar
Se utilizarán productos registrados y autorizados por el Senasa, amigables con el medio ambiente y de la categoría toxicológica Clase 4 (banda verde). Los tratamientos serán supervisados por técnicos del Iscamen y del Senasa.
Más allá de la especificidad del producto para el control de la plaga, no se realizarán aplicaciones en zonas urbanas, periurbanas, fuentes de agua, canales de riego, colmenas, escuelas, centros de salud, hospitales, etc., contemplándose zonas de contención o amortiguamiento con 500 metros de protección hasta lugares de aplicación, lo que supera ampliamente los límites internacionales en la materia.
El servicio se prestará entre la segunda quincena de octubre y los primeros días de noviembre. Comenzará o en cuanto se cuente con la resolución correspondiente de la Secretaría de Ambiente de la provincia, que ofrezca las garantías pertinentes.
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Los aviones, a través de los cuales se prestará el Servicio de Tratamientos Aéreos, utilizarán tecnología de precisión que permite aplicar las dosis indicadas en los lugares previamente delimitados. Incorpora geoposicionamiento para determinar en tiempo real la actividad del avión en zonas de sobrevuelo. Asimismo, la tecnología permitirá el seguimiento y registro de todas las acciones que se desarrollen. Los tratamientos serán supervisados por técnicos de Iscamen y del Senasa.
