Hay muchas expectativas. Y hay muchas ganas de volver a apostar por el girasol en una gran parte de los productores chaqueños.
Las tareas rurales en tal sentido luego de las lloviznas se retomaron ayer en varios lotes y se estima que en el transcurso de esta semana se pueda avanzar en un porcentaje más elevado de siembra.
A la vanguardia
Este cultivo, de acuerdo con la información técnica y de las expectativas de los productores, viene marcando un fuerte incentivo y el Chaco toma la delantera en cuanto a cantidad de hectáreas implantadas. Además de mayor superficie sembrada, la incorporación de nueva genética que apunte a un mayor rinde y calidad, apuntala fuertemente el girasol en las zonas claves para su siembra.
En tal sentido, el consultor privado Pablo Adriani expuso que el girasol este año tiene una característica muy importante, está cayendo la producción global a nivel mundial, fundamentalmente por caídas en la producción en Ucrania y la Unión Europea y esto brinda a la Argentina la posibilidad de poder colocar su aceite de girasol en el mercado que estos últimos años habían ganado Ucrania, Rusia y algunos países que integran la Unión Europea.
?En el caso específico de los mercados estamos viendo aceite de girasol CIF Rotterdam a 750 dólares, por arriba del aceite de soja, esto es una buena noticia en época de sobreoferta del aceite de girasol, cuando suele estar más barato que el de soja, en este caso hay un prima lógica sobre el aceite de girasol'.
La evolución de la campaña girasolera en el Chaco desde la campaña 2003/2004 a la 2016/2017.
?En el caso de Argentina el mercado está congelado hace un año y medio en 300 dólares, ojalá que la apertura de los precios para noviembre y diciembre, que se cosecha en el Chaco y zona del norte, pueda ser en un nivel básico de 300 dólares.
La única duda en ese escenario es la caída muy fuerte que se está produciendo en el consumo doméstico en el país, fundamentalmente el de alimentos. Las cifras del último mes dan una caída muy fuerte en los alimentos, no solo generales sino los de primera necesidad, que es lo único que pudiera tirar para abajo el mercado de girasol en la cosecha. Mientras tanto, mientras ofrezcan pagar 300 dólares el girasol nuevo, no hay que dudar en cubrir al menos el 30% de la cosecha para estar a salvo de los costos de producción'.
Por Hipólito Ruiz