La Bolsa de Cereales de Buenos Aires comenzó a relevar las primeras intenciones de siembra con el cultivo de trigo para el ciclo 2018/2019, y comunicó que -frente a un escenario de mejora climática que recomponga la humedad en los perfiles para el comienzo de la siembra- el cereal alcanzaría las 5.900.000 hectáreas.
Los resultados preliminares indicaron una posibilidad de expansión del 3,5%, aunque la entidad advierte que, de darse una situación en la que la evolución climática no acompañe, la superficie a implantarse se reduciría a 5.400.000 hectáreas, un 5% inferior al ciclo previo.
El informe sostiene que las señales de precios para la nueva campaña, sumadas a la necesidad de los productores de obtener ingresos para sobreponerse a los impactos negativos de la sequía y financiar la próxima campaña de granos gruesos, generan incentivos positivos desde el punto de vista económico para la siembra del cereal.