Mediante la derogación de la Ley de Abastecimiento de octubre de 1952, la cual permitía y promovía la producción agropecuaria e industrial por parte del Ejército Argentino con el fin de autoabastecerse frente a u conflicto bélico, la AABE tomará posesión de todos los campos, los inmuebles, y cabezas de ganado en poder de la fuerza y podrá disponer cuál es el mejor uso, siempre que se advierta "su falta de afectación específica, uso indebido, subutilización o estado de innecesidad".
Aunque el ministro de Producción, Francisco Cabrera, aseguró que no hay una decisión tomada respecto de cuál será el futuro de esas posiciones, en algunos sectores vislumbran un desmantelamiento vía la venta de tierras para la puesta en marcha de proyectos de Procrear bajo el modelo de participación público privada o, directamente, como sucedió en la Ciudad de Buenos Aires dónde se subastaron cinco terrenos en varias de las zonas más costosas de la ciudad (Las Cañitas, Palermo) o las casi 900 hectáreas que poseía en Córdoba denominado Campo Ordoñez y por el que el Estado recaudó u$s 80 millones.
El Cronista había adelantado la decisión de poner a la venta 15.500 hectáreas ubicadas en Córdoba y Mendoza, también propiedad del Ejército, a fin de "favorecer el desarrollo productivo" del sector agropecuario. En Mendoza, en tanto, serán vendidas 7216 hectáreas en el denominado Campo de Los Andes, un cuartel militar que está ubicado en Tunuyán, una zona única para la explotación vitivinícola y hortícola.
Pero, además de ser uno de los mayores terratenientes productivos, la AABE, que dirige Ramón Lanús, pasará a manejar una cantidad de ganado vacuno que, copiando estrategias del pasado, podría significar una fuerte modificación del precio de la carne.
Para entender la dimensión, sólo en un campo de Entre Ríos, la fuerza cuenta con unas 3000 cabezas. Y tienen campos productivos en todas las provincias.
