Hubo festejo hasta cerca de la medianoche en las calles de Santiago, en especial frente al hotel Crowne Plaza, en el centro de la capital chilena, donde el ahora presidente electo Sebastián Piñera habló a sus seguidores luego de haber ganado por un margen más amplio del que esperaba la segunda vuelta de las elecciones, este domingo.
El ex presidente, que volverá al palacio de La Moneda el próximo 11 de marzo, se impuso por 54,57% de los votos a su rival oficialista, Alejandro Guillier, quien obtuvo el 45,43%. Pero Piñera, un rico empresario de 68 años, logró batir un récord: además de ser el primer líder de centroderecha que es elegido por segunda vez para ocupar la presidencia desde la recuperación de la democracia en Chile, obtuvo la mayor votación y porcentaje históricos para la derecha en elecciones presidenciales desde 1990 (3.794.549 sufragios), y logró el mayor margen de diferencia con su rival.
Estas cifras sorprendieron a todos los chilenos, cuando se esperaba una elección muy ajustada, con una mínima diferencia de votos.
Con este impulso, el presidente electo ya inició este lunes, muy temprano, a trabajar con miras a la transición. A las 9 de la mañana tenía agendada una cita con la presidenta Michelle Bachelet, tal como acordaron en un diálogo telefónico apenas se conocieron los resultados de la elección. El encuentro es en la casa de Piñera, en una zona muy exclusiva del barrio de Las Condes, en Santiago.
Con un récord de votos en el bolsillo, Sebastián Piñera se reúne con Michelle Bachelet para iniciar la transición
Lo cierto es que en el gobierno de la mandataria socialista, el regreso de la derecha al poder en Chile causó decepción. Los medios locales citaban esta mañana a funcionarios que admitían esa incomodidad.
El ministro de Justicia, Jaime Campos, aseguró que "la Presidenta habló y obviamente estaba afectada, a nadie le puede gustar este resultado", señaló el sitio Emol.com. El titular de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, admitió a su vez que la mandataria "obviamente estaba desencantada por el resultado".
El senador, periodista y sociólogo que se presentó a la presidencia por la coalición oficialista Nueva Mayoría, admitió por su parte la "dura derrota", y llamó a la renovación de ese espacio político.
Con un récord de votos en el bolsillo, Sebastián Piñera se reúne con Michelle Bachelet para iniciar la transición
Con pesar por el resultado, Guillier habló a sus seguidores en un hotel del centro de Santiago cuando los resultados parciales ya marcaban una tendencia irreversible. Aseguró que el espacio de centroizquierda sufrió un fracaso electoral, pero no una "derrota política", por eso pidió a sus partidarios "levantar sus convicciones" y cumplir con sus deberes en el país.
"Yo me comprometo como senador de la República a seguir trabajando por la unidad del progresismo, por la renovación y la construcción de nuevos liderazgos", subrayó Guillier, en un aparente guiño a los militantes del izquierdista Frente Amplio, que ganó terreno en las elecciones del 19 de noviembre y se posicionó como la tercera fuerza política con un 20,33% de los votos para su líder, Beatriz Sánchez.
Terminada la campaña, vienen ahora tiempos de mucho trabajo, para el futuro presidente y para sus opositores.
