El proyecto de ley de De Ángeli, que contó con la colaboración de Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) y ya tiene estado parlamentario, permite la creación de préstamos y de depósitos denominados en UGA, que podrán ser utilizados para adquirir hacienda o para realizar inversiones ganaderas.
Los bancos tendrán la libertad de solicitar garantías prendarias o hipotecarias, "aunque el ideal sería que los créditos sean prendarios", aseguró el senador de Cambiemos en declaraciones a Télam.
El valor inicial en pesos de la UGA será determinado por el Banco Central utilizando como referencia el kilogramo del ganado bovino en pie, promedio ponderado por las cantidades comercializadas, de las distintas variedades de ganado, en los mercados de Rosario y Liniers.
Así, un UGA será equivalente a un kilogramo de ganado bovino en pie y será actualizado mensualmente, por ese índice.
De este modo y al igual que con los créditos hipotecarios, los productores tendrán la posibilidad de acceder a tasas fijas en pesos o a los créditos UGA.
En los fundamentos del proyecto, que también lleva la firma de las senadoras Silvia Elías de Pérez (Tucumán) y Laura Rodríguez Machado (Córdoba), el legislador de Gualeguaychú precisó que "la carne bovina es una marca registrada argentina en los mercados internacionales, que genera una oportunidad única en las cadenas agroalimentarias de colocar productos cárnicos de alta calidad, con el tan buscado valor agregado".
De Ángeli consideró que "en este agregado de valor, la cadena ganadera genera puestos de trabajo, sobre todo en el eslabón de los frigoríficos donde es mano de obra intensiva, pero también genera trabajo de forma federal, ya que los procesos de cría, recría, engorde y faena están distribuidos en al menos 10 provincias".
El legislador mencionó que "reconvertir a la ganadería argentina en exportadora, requiere inversiones en infraestructura y genética, mayor retención de vientres y ampliar las etapas de recría, que tendrían como resultado mayor stock, mayor peso de faena y, por lo tanto, mayor cantidad disponible de kilos de carne para exportar".
Aclaró que "todos estos procesos requieren de créditos de mediano y largo plazo, que permitan financiar la retención de vientres y el mayor tiempo que se requiere para recriar animales que soporten mayores pesos".
De ese modo, entendió que su propuesta "desde el lado del productor es una herramienta que cierra. Por el lado de los bancos, la historia demuestra que el precio del ganado siempre termina superando la inflación y el dólar", evaluó.
Además, estimó que "este sistema, además de convertirse en una excelente herramienta de crédito para la producción pecuaria, también podría ser un instrumento para involucrar a la sociedad no agropecuaria a la cultura del campo".
Según De Ángeli, "está muy instalado en la sociedad argentina que la carne es cara y que su producción está en manos de pocos productores; si se crearan plazos fijos en UGA, como fondeo del crédito ganadero, los argentinos podrían ser parte del proceso ganadero y beneficiarse de las subas del precio de la hacienda y no ser "víctimas" de ello".