La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó el lanzamiento de la campaña gruesa 2017/18, un encuentro en que el da a conocer sus predicciones para el ciclo productivo que ya está en marcha.
"Ha transcurrido una campaña agrícola que recogió los beneficios del cambio de política cuyas consecuencias fueron concluyentes", dijo el flamante titular de la entidad, Raúl Cavallo, al encabezar la apertura de la jornada.
Concretamente, Cavallo destacó que en la última campaña se obtuvieron "una producción récord, un fluido comercio de granos en competencia entre los actores de la demanda, recuperación de volúmenes exportables junto con una mejora en los paquetes tecnológicos empleados y de ciertos indicadores de sustentabilidad ambiental".
De este modo, "el nivel de actividad en crecimiento permitió, además, que la recaudación fiscal no se resintiera a pesar de la eliminación de los derechos de exportación para gran parte del sector y de la reducción en el complejo sojero", aseguró.
Mercados
Entre las tareas pendientes, el dirigente mencionó: "Entramos en una nueva etapa donde la sintonía fina será un importante vector para generar los cambios que nos permitirán dar el siguiente gran salto productivo. Una condición previa será contar con un mercado sano, competitivo y transparente".
En ese sentido, agregó: "Debemos procurar que el proceso de formación de precios crezca de manera saludable, y se fortalezca con mayor cantidad de agentes y de volúmenes operados. A tales fines, ningún instrumento puede equipararse a los mercados de futuros institucionalizados".
De ahí surgió la primera crítica de su discurso: "El fuerte incremento de tasas que impuso la CNV (Comisión Nacional de Valores) conspira contra este objetivo", advirtió. Y continuó: "Estamos esperanzados en que las autoridades revean el esquema arancelario atendiendo al pedido de los operadores afectados, de manera de permitir su continuidad en la actividad".
Infraestructura
Según las proyecciones de la Bolsa porteña, la cosecha 2016/17 fue de 122 millones de toneladas de grano con destino comercial, lo que significa un aumento interanual del 14 por ciento; mientras que para el ciclo recién iniciado se espera una producción total similar.
Para Cavallo, "ante tamañas cosechas, la infraestructura existente se vuelve un factor crucial a la hora de movilizarlas".
"Todos conocemos el gran déficit que tenemos en autopistas, rutas, caminos rurales y todo tipo de obras hídricas. La falta de inversión en infraestructura logística y de transportes constituye una importante barrera para el crecimiento de la producción agroindustrial, especialmente en las regiones más alejadas de los centros urbanos y de exportación", afirmó el ejecutivo.
De todos modos, reconoció que "el gobierno actual ha comenzado un ambicioso plan de obras, el cual esperamos continúe e incluso profundice".
No obstante, recordó que "la falta de infraestructura adecuada se paga con sobrecostos y, lo que es peor, se paga en vidas, y no nos permite realizar las tareas productivas y comerciales necesarias para mejorar nuestro acceso a los mercados".
Impuestos
Por último, señaló que "al hablar de competitividad no podemos evitar referirnos al sistema tributario".
Si bien destacó que "el agro fue el primer sector en recibir una buena noticia al ver eliminados buena parte de los derechos de exportación", consideró que "el sistema general sigue operando sobre la base de una pesada carga tributaria general, y en la cual es importante el peso relativo de impuestos distorsivos".
"Esperamos que la reforma fiscal anunciada por el Gobierno sea el inicio de un camino hacia un sistema tributario que promueva la inversión y el desarrollo económico", abogó Cavallo.
