Ahora tendré que vivir con la jubilación. Menos mal que estoy jubilado. Nunca pensé en que lo agradecería", dice entre risas de resignación y una mirada de tristeza Juan Jurado (70) productor y vecino de Real del Padre que perdió toda la producción de su viña de 7 hectáreas (bonarda y criolla).
"Nací aquí, en esa casa así que he visto esta finca desde siempre. Nunca vi algo igual y mire que he visto mangas de piedra en mi vida. Todo estaba inundado y el viento tiraba árboles para todos lados. Era como una tromba, un tornado", relató el hombre.
Él es uno de los más de 50 productores frutihortícolas y viñateros de este distrito sanrafaelino (en Jaime Prats y zonas de Alvear es igual la situación) afectados primero por las heladas tardías y luego por las tormentas del 31 de diciembre y la del 7 de enero.
Esta última, registrada en la tarde noche, fue la que finalmente tiró por el suelo las esperanzas de cosechar algo de frutas de pepitas y carozo, uva y hortalizas. Tampoco quedó tomate ni melones.
Néstor Cañadas y Benjamín Del Pozo también sufren esta situación y fueron ellos los que junto a Los Andes recorrieron distintas propiedades. Cañadas perdió absolutamente toda su producción distribuida en 35 hectáreas.
"Estas plantas nuevas debo directamente arrancarlas", dijo al señalar una inmensa plantación de durazneros de una altura de un metro y medio aproximadamente.
"Aquella hemos terminado esta mañana (por ayer) de curarla para lograr proteger lo que queda de las plantas adultas de alguna enfermedad". En ese mismo momento se escuchaba en una finca vecina a otro productor que realizaba la misma tarea.
Junto a estas plantaciones de Cañadas, otro cuadro de grandes dimensiones aparecía como inculto hasta que al llegar al lugar se podía observar que había sido una plantación de melones.
Sólo afloraban sobre la tierra húmeda algunos melones destrozados por la piedra aunque nada quedaba, absolutamente nada, de las plantas. "Los melones debe habérselos llevado el agua porque estos no son todos", contabilizaba.
"El agua se llevó todo. Me llegaba a la rodilla", relató mientras mostraba un melón con grandes huecos producidos por la piedra. Y agregó: "mi vecino tiene animales (vacas) y muchos resultaron con graves heridas".
Los productores reclaman ayuda, aunque aclararon que no quieren subsidios. "Queremos que nos permitan acceder a créditos para poder entelar las viñas y frutales. Necesitamos que urgente posterguen los vencimientos que tenemos, principalmente con el Fondo de la Transformación. Este año no contaremos con nada", dicen.
Destacan que otro de los problemas que se avecinan y pronto, es la situación de los trabajadores que cada productor tiene en sus propiedades.
"Mis obreros vienen y me preguntan qué trabajo hacer y yo no les puedo dar ninguno. No hay nada para hacer y esa gente tiene que comer. Necesitamos que nos apoyen para mantener los empleos y eso sería una gran ayuda. Hasta ayer no habían recibido visita alguna del área de Desarrollo Social, que debería tomar cartas en el asunto. Se podría, por ejemplo, suspender por un par de años la lucha antigranizo (los aviones) y distribuir esa plata para poner tela en las propiedades. Total, no cosecharemos casi por dos años", dice resignado Del Pozo .
Zona de desastre
Oscar Astorga, director de Agricultura y Contingencias Climáticas de la provincia recorrió ayer los distritos afectados de San Rafael y Alvear y en conferencia de prensa aseguró que están habilitados todos los mecanismos para atender lo que calificó de "desastre".
Acotó: "No sólo se trata de daños de esta temporada sino que está comprometida la producción a futuro. Hay un daño residual en gran parte de los cultivos vistos".
Detalló que en la zona hay un alto porcentaje de adhesión al Fondo Compensador, estimada en un 60%, lo que sería unos 1.500 productores, de ellos, 250 son de Real del Padre, y que todos estarán comprendidos en "desastre" agrícola, tanto en vides como frutales y por lo tanto recibirán los beneficios establecidos por ley.
