El caracol gigante africano es una de las especies invasoras más peligrosas del mundo. Afecta cultivos agrícolas, transmite parásitos perjudiciales para la salud humana y se adapta fácilmente a diversos entornos.
Esta medida busca atender los crecientes daños que esta especie genera en cultivos frutícolas y extensivos, especialmente en los Valles de Río Negro y Neuquén, donde su población ha crecido significativamente en los últimos años.
Los monitoreos y la implementación de tratamientos tempranos resultan fundamentales para evitar los daños en los cultivos y pasturas que algunas especies de tucura pudieran llegar a ocasionar.
La falta de precipitaciones ocurridas desde el inicio de verano, pueden agravar el posible riesgo de persistencia de herbicidas en el suelo con potencial daño para las próximas siembras.