La Batata Capicúa INTA, naranja por dentro y morada por fuera, tiene cinco atributos que son los que auguran un futuro promisorio para el nuevo cultivar registrado. Tras seis años de evaluación de rendimiento comparativos en los que se enfrentó a condiciones extremadamente diversas. "En estas evaluaciones Capicúa INTA siempre logró ubicarse entre las primeras tres variedades con mayor rendimiento, superando incluso a los cultivares más producidos en la zona", explicó Martín Ferrari, responsable del programa de mejoramiento de batata del INTA San Pedro.
La pulpa es anaranjada y su textura semi-húmeda, se destaca que su piel morada oscura sea resistente a los daños ocasionados por la cosecha y el lavado, algo que la diferencia de otras batatas que captan la atención por su pulpa anaranjada pero que son extremadamente sensibles a los procesos de acondicionamiento.
Lleva por nombre uno sencillo que da cuenta de la denominación alfanumérica que tenía el cultivar cuando se hallaba en etapa de evaluación tras ser elegida dentro de un grupo de más de cinco mil plantas. Su ciclo de producción es de 110 a 120 días, por lo que es considerado de ciclo corto a mediano.
El desarrollo de nuevas variedades de batata es una actividad que se realiza desde hace muchos años, la tarea está centrada en encontrar cultivares que respondan a las distintas necesidades del mercado en cuanto a propiedades gastronómicas y nutracéuticas, y del sector productivo en cuanto a rendimiento y resistencia a enfermedades.
Gran parte de los cultivares que pueden comercializarse por su nombre han sido registrados por el INTA San Pedro. También se realiza una tarea de registro de variedades que se multiplican a nivel productivo y requieren estarlo para su comercialización. Es el caso de Morada Mechada, registrada recientemente, que comparte las bondades del cultivar Morada INTA con el adicional de tener en su pulpa compuestos antociánicos. En este caso se trata de un cultivar de ciclo medio/largo (aprox. 150 días) y piel morada gruesa, también resistente al manipuleo y al lavado, cuya obtención data de 1977 y en su momento fue descartada justamente por esta cualidad que hoy es valorada por el mercado.
El cultivar fue ampliamente adoptado por los productores en la década del 80' y fue el material que dió origen al cultivar Morada INTA. La principal diferencia con Morada INTA es que al cortarla se pueden apreciar en su pulpa incrustaciones violáceas. En 2023 se concretó la inscripción de Morada Mechada en el catálogo nacional de cultivares del INASE, puesto que es un material de elevada relevancia y demandado en determinadas regiones del país.
