Mauricio Macri le pidió públicamente a Sergio Massa que "no acompañe al kirchnerismo" en el tratamiento del proyecto para prohibir los despidos por 180 días, luego de que el líder del Frente Renovador le garantizara ayer a Miguel Pichetto que no trabará la ley.
"Invito a Massa y a la mayoría de los dirigentes (del resto de la oposición) a que no acompañemos al kirchnerismo en esta propuesta", planteó el presidente en una conferencia de prensa, donde insistió que en la Argentina "no hay una ola de despidos masivos", algo que hasta Mirtha Legrand sostiene.
El proyecto para prohibir los despidos por 180 días y establecer la doble indemnización ya tiene media sanción del Senado, donde fue impulsada por el PJ-FPV y otros bloques que consiguieron dos tercios de los votos. Pero en Diputados, el kirchnerismo necesita el respaldo del massismo para convertirlo en ley.
Massa planteó ayer que va a insistir con su ley de protección a las Pymes. "Aspiramos a que la media sanción contemple ese tema, pero si eso no es posible, una forma de defender a los trabajadores es acompañar la doble indemnización", deslizó.
Esta mañana, el diputado Felipe Solá confirmó que el bloque que lidera Massa votará a favor de la ley antidespidos, aunque no se le introduzcan las modificaciones reclamadas el ex intendente de Tigre. De todos modos, en el bloque hay distintas posiciones.
"No puedo apoyar algo que estoy convencido de que es muy malo para los argentinos. La arbitrariedad no funciona. Si así fuera entonces, como ya dije, saquemos una ley que diga que estamos obligados a ser felices", lanzó Macri, repitiendo una ironía contra los senadores y los sindicatos.
"Si yo pensase que en esta ley, más allá de que fracasó en el gobierno de (Eduardo) Duhalde, hubiera algo que fuera bueno, la hubiéramos presentado desde el primer día, pero la ley no es buena para los argentinos", recalcó el mandatario.
Macri insistió no sólo en negar que existan despidos masivos sino también en reiterar que hubo un leve crecimiento de la tasa de empleo (de unos 60 mil puestos), como sostuvieron la semana pasada el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
"Hay más de 9 millones de argentinos que no acceden a empleos de calidad. Hace más de 5 años que la Argentina no tiene un problema de destrucción estructural de empleo. Es más, los números sobre los cuales queremos debatir muestran que entre abril del 2015 a abril del 2016 hemos generado 60 mil puestos de trabajo en la Argentina. Acá no hay un problema de ola de despidos masivos, pero lo que sí tenemos es un problema severo de estancamiento, porque los 60 mil puestos de trabajo son nada", se explayó.
Por otro lado, Macri volvió a referirse a la cada vez más áspera pelea con los sindicalistas, y le enrostró a Hugo Moyano que no logró alinear a las cinco centrales obreras, con lo que casi terminó confirmando que detrás del faltazo de Luis Barrionuevo y el Momo Venegas estuvo la mano del Gobierno.
"Les quiero decir a ellos (los líderes sindicales) que espero seguir sentado alrededor de una mesa como hemos estado en todos estos meses, discutiendo los temas específicos que en muchos casos hemos puesto en marcha", les reprochó.
"Por eso no han tenido unanimidad de criterio en la marcha del viernes pasado", festejó Macri, que agregó que algunos gremialistas "reconocen que tienen un gobierno que, contrariamente al anterior, que se supone que era del mismo partido que la mayoría de los sindicatos, que sin tener la misma filiación política que ellos, los ha invitado dialogar, está trabajando en conjunto y cree en la importancia de eso".
"Estamos haciendo las cosas bien y nos va a ir bien. Ya nos está yendo bien porque ya se empezó incipientemente a generar trabajo de calidad", repitió el Presidente, aunque contrariamente a lo que se especulaba no hubo ningún anuncio sobre el tema que pudiera hacer que el proyecto antidespidos pierda fuerza.
