Un golpe al mentón. De nocaut. Directo a la lona.
La derrota en el clásico cuyano fue un mazazo terrible para el Expreso. Quedarse en las puertas de la final se sintió como una puñalada en el corazón.
Cuando el Expreso andaba por las nubes y se ilusionaba con hacer historia, San Martín lo dejó con las manos vacías y sin chances de verse las caras con Lanús.
No hay dudas que el porrazo resultó muy duro y dejó secuelas importantes, aunque tiene otra vida más y será por un pasaje a la Copa Libertadores. En Córdoba será la cita frente a Estudiantes de La Plata, y la revancha se encuentra a la vuelta de la esquina.
Claro que primero tendrá que reconstruirse. Y en dos frentes.
Con el inflador. Mucho tendrá que trabajar Sebastián Méndez para levantar anímicamente a sus jugadores.
Aunque ya pasaron varias horas del duelo con el Verdinegro, queda claro que el equipo está derrumbado desde la cabeza porque tenía la ilusión de dar la vuelta olímpica.
En la cabeza de cada uno de los futbolistas no existía otra objetivo que disputar la final del campeonato, por eso la frustración es grande como el Gambarte.
Será tarea del Gallego enfocarlos nuevamente y entender que el segundo objetivo de la temporada es trascendental, porque no cualquiera del interior puede darse el lujo de jugar el torneo continental.
El capitán, Fernando Zuqui, alzó la bandera y mandó un mensaje cargado de optimismo al pueblo Bodeguero. “Vamos a levantarnos, tenemos una final el sábado”. Y sí, es una señal positiva en medio de las heridas.
Un dolor de cabeza. Por primera vez en el semestre, el adiestrador no podrá contar con Jaime Ayoví y el Morro García, sus goleadores y grandes figuras del elenco.
¿Cómo se acomodará el técnico? Es todo un misterio a esta altura de la semana.
Que llega muy disminuido al duelo con el Pincha es evidente, porque los dos extranjeros son futbolistas de extrema jerarquía y marcan la diferencia.
Las expulsiones dejaron un hueco difícil de llenar, y habrá que ver cómo se van acomodando las piezas. Correa, Ramírez, Garro, González, Carabajal. Varios apellidos para buscar manteniendo el poderío arriba.
Y sí. Todo un dolor de cabeza en este momento clave.
El habitual
El cordobés es la primera opción de ataque cuando el DT mete mano en el banco de suplentes. Le ha costado rendir cuando tuvo la chance de ingresar como titular (ante las suspensiones de García), y sus dos goles vinieron llegando desde afuera.
El atacante podría moverse con Juan Garro como compañero en ofensiva, o con otro acompañante si Méndez resuelve modificar el sistema táctico. Y acá aparecen varios candidatos de futbolistas que no son delanteros definidos: Gabriel Carabajal y Ángel González.
Veremos...
Con el Mago
Una de las posibilidades que maneja el adiestrador tombino es ubicar a David Ramírez como media punta, para acompañar a Correa en ataque. Prescindiría de un atacante definido, y así darle lugar al Mago entre los once.
Esa posición es conocida por el volante, ya que la ocupó en Vélez cuando el elenco fortinero consiguió el campeonato y el hombre de Ramallo se convirtió en el goleador del equipo. De ser así, Ramírez estará rodeado con jugadores de buen pie como Zuqui, Silva y Guillermo Fernández.
