Las exportaciones argentinas de biodiésel caerán hasta un 39% interanual en 2014, a 700.000 toneladas, luego de que la Unión Europea (UE) comenzó a aplicar a fines del año pasado un elevado arancel al producto del país sudamericano, afirmó ayer la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio).
En medio de la crisis que atraviesa el sector, la producción de biodiésel de Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales del combustible, bajaría en tasa interanual hasta un 11,5% a 1,8 millones de toneladas. Esta disminución, sumada a la de las exportaciones, son aún mayores si se las compara con 2012, cuando Argentina embarcó 1,6 millones de los 2,4 millones de toneladas que produjo. Ese fue el último año antes del bloque europeo -el principal destino de los embarques de Argentina- por acusaciones de dumping.
"Con el mercado de Europa cerrado, quedan sólo las exportaciones de coyuntura, si el gasoil se pone caro respecto del biodiésel en el mercado internacional", dijo el director ejecutivo de Carbio, Víctor Castro. "El volumen de exportación estaría en el orden de 700.000 a 750.000 toneladas (de biodiésel), con lo que la producción final estaría en el orden de 1,8 a 1,9 millones de toneladas", añadió el directivo de la cámara que agrupa a los principales productores de Argentina, entre ellos Cargill, Bunge y Louis Dreyfus.
A fines de noviembre, la UE aplicó un arancel promedio de un 24,6% para los próximos cinco años a las importaciones de biodiésel provenientes de Argentina, bajo la acusación de dumping. Por esa razón, el Gobierno de Cristina de Kirchner presentó a mediados de diciembre un reclamo formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la decisión de la UE. "Las plantas en su conjunto operaron a un 47% de su capacidad en 2013", señaló Castro.
El Gobierno de Argentina elevó a fines del año pasado el cupo de mezcla de biodiésel en el diésel a un 10%, desde el 8% previo, lo que incrementaría el volumen del biocombustible usado en el mercado local a entre 1,1 y 1,2 millones de toneladas, desde los cerca de 900.000 toneladas previos, absorbiendo parte de las exportaciones perdidas.
Sin embargo, el presidente de Carbio, Luis Zubizarreta, dijo a Reuters el lunes que la proporción que se está usando en la mezcla es inferior al 5%, debido a que los productores no quieren vender el combustible a un precio oficial que consideran demasiado bajo. "Los valores fijados por el Gobierno no alcanzan para cubrir los costos de producción de las empresas, principalmente debido al alza en pesos que recientemente sufrió el aceite de soja, que cotiza en dólares, tras una fuerte devaluación en enero de la moneda argentina frente a la divisa estadounidense", dijo el titular de la cámara.