Los encuentros fueron el día 15 de agosto en Pichanal, y el 16 de agosto en Las Lajitas, provincia de Salta.
Durante estas jornadas se enfatizó en la Calidad de aplicaciones de fitosanitarios, rescatando los conceptos más importantes para poder llevarlos a la práctica con el uso de los equipos pulverizadores aéreos como son los drones.
Ensayos realizados
Para poner a prueba el funcionamiento del dron y la interacción con las distintas variables que influyen directa o indirectamente en la calidad de las aplicaciones, se realizó un ensayo contrastando distintos volúmenes de pulverización por hectárea (15, 10 y 5 L/ha) y diferentes tamaños de gota objetivo (250 µm y 150 µm), manteniendo constantes otros parámetros tales como el ancho de franja, la altura de vuelo y la velocidad de desplazamiento del dron en las pasadas.
El equipo pulverizador utilizado fue un dron DJI de la línea Agras, modelo T40, el cual cuenta con dos atomizadores rotativos como elementos de aspersión, que además permiten configurar el tamaño de gota media según el micronaje correspondiente.
Las mediciones se hicieron en distintas superficies: en la primera jornada en Pichanal se ensayó sobre una plantación de citrus de altura media, y el miércoles en Las Lajitas se hizo sobre un lote con rastrojos de cultivos extensivos habituales de la zona. En ambos casos, el sentido de vuelo del dron estuvo ajustado a la dirección de viento predominante, y para la toma de muestras se utilizaron soportes de tarjetas hidrosensibles autoposicionables de tipo veleta, que permiten ajustar la dirección instantánea para captar con mayor fidelidad todo el espectro de gotas generado en las aplicaciones, y luego fueron procesadas con un software de lectura de tarjetas para integrar finalmente todos los datos en el Índice de Calidad APC.
Todas las mediciones fueron realizadas con un caldo formado por agua y coadyuvante Nugen XP ® en dosis habituales de trabajo.
A los fines demostrativos, presentaremos los mejores resultados obtenidos durante las jornadas, y luego una revisión final integral:
T1 - 15 L/ha
En el Tratamiento 1 se probó una pulverización de 15 L/ha con una gota media de 250 µm, buscando simular una aplicación de Herbicidas. El ancho de franja aplicada fue de 10 m, la altura de vuelo fue de 3 m, y la velocidad de avance si situó en los 20 km/h.
Los resultados del procesamiento de las tarjetas indicaron que la cobertura fue superior a la buscada, con tamaños de gota muy cercanos a los parámetros de referencia establecidos por FAO, de forma que la uniformidad hallada fue muy buena en términos prácticos, así como también lo fue la eficiencia de llegada del volumen asperjado, lo que permite concluir en un Índice de Calidad APC del 79%.
T2 - 10 L/ha
En el Tratamiento 2 se redujo el volumen a 10 L/ha y se buscó lograr un tamaño de gota más fina, configurando el atomizador para gotas medias de 150 µm de diámetro, para simular una aplicación de Fungicidas y/o Insecticidas. Los demás parámetros de configuración del equipo se mantuvieron constantes.
En este caso, los resultados analíticos indicaron que la cobertura hallada fue elevada, consiguiendo gotas de tamaños prácticamente ideales, cuya homogeneidad fue excelente. En cuanto a la eficiencia de llegada del asperjado, se encontró que fue óptima, lo que concluye en un Índice de Calidad APC de 73%.
T3 - 5L/ha
En el Tratamiento 3 se decidió mantener el tamaño de gota para simular una aplicación de Insecticidas y/o Fungicidas, pero evaluando el desempeño de la aplicación con un volumen menor, de 5 L/ha en este caso. Del análisis de las tarjetas de la pasada puede observarse que la cobertura fue la óptima, así como los tamaños de gota hallados se encontraron muy similares a los ideales, concluyendo en una mejora en la uniformidad del asperjado. La eficiencia de llegada del volumen de pulverización fue óptima, e integrando estos factores el índice de Calidad APC logrado fue de 97%.
Conclusión
Los drones como herramientas de pulverización son una novedad que busca instalarse en nuestro país, procurando hallar distintos nichos donde su intervención sea rentable y sustentable. En este sentido, la mejor manera de conocer el equipo y sus prestaciones es mediante mediciones a campo, en las condiciones reales de trabajo para cada zona y tipo de producción, a fin de descubrir la utilidad del dron para cada empresa y productor en particular.
Los resultados de estas jornadas son alentadores, en el sentido de que integrando los conocimientos de calidad de aplicaciones junto con la versatilidad del equipo y la responsabilidad del asesor técnico y del operario del dron, es posible lograr labores de muy buen desempeño, que se adapten a las necesidades de control y manejo del sistema. De forma complementaria, el uso consciente de estas herramientas permitiría incurrir en el ahorro de insumos por superficie y reducir los riesgos ambientales en las pulverizaciones.