La situación del mercado ganadero enfrenta un panorama complejo, marcado por el aumento de costos, la caída de la rentabilidad y la incertidumbre económica
Balcarce fue contundente: "Los precios están caros en dólares y para la gente. Un animal vacío cuesta 80 mil pesos. La carne todavía rinde, pero la gente no tiene plata. Paga lo básico y le queda poco", explicó. También destacó el impacto de los aumentos en pesos, obras sociales y colegios, que afectan el poder adquisitivo.
En cuanto a la exportación, señaló que las empresas están perdiendo dinero: "La vaca y el novillo no están dejando ganancia. Los frigoríficos ganaron mucho en su momento, pero ahora no creo que estén en esa situación".
La falta de hacienda gorda y de ganado encerrado es otro desafío: "Se perdió plata con el encierro y quedaron solo los productores con más espalda", dijo. Sobre las expectativas para el año, Balcarce percibe incertidumbre: "La gente no cree que vaya a subir. Cuando haya más encierre, los precios podrían bajar un poco".
La conversación también abordó las retenciones y su impacto. "Las sacaron un poquito, pero más que nada porque querían los dólares, no por beneficiario al productor", opinó. Además, mencionó las dificultades climáticas: "La seca castigó mucho y las lluvias fueron desparejas. Hay productores que la están pasando muy mal".
Finalmente, sobre los precios futuros, Balcarce advirtió: "La carne está cara, pero rinde más que otros alimentos. Esta semana será clave. La vaca gorda ya bajó entre 100 y 150 pesos, pero las plantas frigoríficas fuertes se acomodarán en 14 días. El novillo pesado no quiere que pase los 2.800 pesos y están haciendo fuerza para bajarlo".
Con un mercado inestable y consumidores cada vez más ajustados, Balcarce concluyó con realismo: "La situación está brava y hay que cuidarse
