La presidenta Cristina Kirchner anunció ayer el envío de un proyecto al Congreso para eximir de impuestos al sector del biodiesel, afectado por trabas para su ingreso a la Unión Europea, su principal destino de exportación. Según precisó, el proyecto busca eximir al biodiesel destinado a la generación eléctrica de la alícuota del 22%, y del 19% de la tasa que se aplica al que se integra a los combustibles líquidos.
Cristina hizo el anuncio al encabezar un acto en la Casa de Gobierno, que incluyó una videoconferencia con Timbúes, Santa Fe, justamente para inaugurar una fábrica de biodiesel. En medio de ese contacto hizo que el secretario Legal Carlos Zannini le alcanzara la carpeta para ponerle su firma al proyecto, que ingresará al Parlamento por la Cámara de Diputados. La Presidenta justificó esta exención “provisional” en la denuncia de “maniobras de dúmping que nos prohiben ingresar al mercado europeo”.
El conflicto se remonta a noviembre, cuando la UE aumentó los aranceles a las importaciones de biodiésel argentino. Impuso un derecho de importación de entre 216,6 y 245,6 euros por tonelada (un 25% más en promedio), lo que generó para la Argentina el cierre de ese mercado. En diciembre, el Gobierno llevó su reclamo ante la Organización Mundial del Comercio.
“Son medidas para-arancelarias para que no entre el biodiesel argentino, que es realmente muy competitivo. No fue por casualidad que nos convertimos en el primer exportador mundial sino por una decisión del Estado argentino, a través de leyes y promociones fiscales”, dijo tras señalar la necesidad de preservar a un sector que cuenta con 33 fábricas y emplea a 1.600 trabajadores.
“Ya lo he dicho muchas veces, estamos ante una verdadera guerra comercial” en el mundo, agregó. También lanzó ironías contra sectores internos a los que no identificó: “No escuché que critiquen a la UE porque le cierran el comercio. Cuesta creer que por odio, a un gobierno, a una ideología o a una presidenta, puedan llegar a no distinguir los intereses del país”, agregó en un discurso que estuvo lleno de ironías, en el que fue explícita como nunca sobre su salida del poder (ver aparte).
El proyecto de exención impositiva es una respuesta a la industria del biodiesel, que hace dos semanas había advertido que iba en camino de un “grave estancamiento”. El pasado 7 de abril, la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) señaló que “con las alícuotas móviles vigentes, que ascienden al 27,6 por ciento para marzo 2014, la competitividad del biodiesel argentino es prácticamente nula”.
El negocio cayó de 1,7 millón de toneladas a 1,1 millón en los últimos dos años, y “se prevé un derrumbe aún mayor en el 2014”, añadió la Cámara.
Los problemas comenzaron en 2012, cuando tras aprobarse la expropiación de Repsol, España dejó de comprar biodiesel argentino hecho con soja.
