China no perdió tiempo. Apenas entró en vigencia la baja temporal de retenciones a la soja argentina, el gigante asiático aprovechó la oportunidad y cerró compras por unas 40 embarcaciones, desviando parte de su demanda desde Estados Unidos hacia Sudamérica.
La maniobra alteró el tablero global: China se aseguró abastecimiento a mejor precio, mientras los productores norteamericanos quedaron con mayor presión de colocación en plena cosecha y precios internacionales a la baja.
Argentina, en su propio canal
En el plano doméstico, la medida impulsó una fuerte reactivación de las ventas de soja. Los exportadores declararon 40 millones de toneladas y ya compraron más de 30 millones, con cerca de 35 millones a fijar. Se estima que todavía deben originar entre 3 y 4 millones de toneladas para cumplir compromisos de molienda y embarque.
La reducción temporal de derechos de exportación fue el detonante: los negocios a precio ya cubren el 62% de la producción, un nivel históricamente alto.
Sin embargo, buena parte de las divisas ingresadas por esas operaciones,cerca de 4.000 millones de dólares, no se destinó a nuevas compras de granos, sino a instrumentos dolarizados, lo que explica la baja de tasas en dólares y la presión sobre el tipo de cambio.
Mientras tanto, el avance de la campaña 2025/26 mantiene su ritmo. La siembra de maíz ya cubre el 20% del área proyectada, con algunos retrasos por exceso hídrico en Buenos Aires, y la Bolsa de Cereales estima una producción de 58 millones de toneladas, nueve más que en el ciclo anterior. En trigo, el 93% de los lotes se encuentra en condición buena o excelente, con una proyección de 22 millones de toneladas, aunque solo el 7% de la cosecha tiene precio fijado, lo que anticipa presión de cosecha y posibles bajas en noviembre.
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Cosecha estadounidense y contexto global
Del otro lado del mapa, Estados Unidos enfrenta una cosecha avanzada (cerca del 20% de maíz y soja) y una demanda más débil por la menor actividad compradora de China.
A esto se suma la posibilidad de un cese de actividades del gobierno federal (government shutdown), que podría frenar temporalmente los reportes del USDA y aumentar la incertidumbre en los mercados internacionales.
Con ese panorama, el centro de gravedad del comercio sojero vuelve momentáneamente a Sudamérica, donde la competitividad argentina, potenciada por la baja de retenciones, le dio un impulso inesperado a la plaza local y reordenó la dinámica global.
Informe elaborado por Dante Romano, Profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
