José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), dijo que antes se comercializaba la soja con el IVA incluido; sin embargo, mediante esta medida, las compañías deberán pagar el IVA sobre las facturaciones, hecho que genera un desajuste en el sistema de compra-venta de la oleaginosa.
Berea indicó su preocupación, indicando que a esta altura del año se tendría que haber negociado más del 50% del volumen de cosecha de soja; es decir, unas 4 millones de toneladas de las 8 millones que se produjeron en esta zafra 2013/2014.
“Con esta ley, el productor va estar recibiendo menos por lo que produce; además, esta nueva reglamentación nos hace trabajar con contratos a precio fijo, lo cual no refleja lo que es el mercado, que se rige por precios a futuro”, explicó el representante.
El gremio prevé volver a plantear a las autoridades las reglamentaciones anteriores, ya que las empresas no tienen interés de descontar esos valores a los productores que representan aproximadamente unos USD 3 más por cada tonelada entregada.
La ley. El impuesto a la renta de las actividades agropecuarias (Iragro) y el IVA agropecuario entraron en vigencia este año; con la implementación de este nuevo impuesto, se prevé incorporar a 120.000 contribuyentes nuevos.
El IVA agropecuario fija una tasa del 5%, alcanza a los productos agrícolas, frutícolas y hortícolas en estado natural y animales vivos, de los bienes de la caza y de la pesca, vivos o no. A esta tasa del 5%, las compañías deberán pagar además 10% de IVA en las compras de insumos agrícolas. En total, son 15% de impuesto que se pretende cobrar a este sector.
Recordamos que las personas físicas que se dedican a las actividades agropecuarias y cuyos ingresos no excedan los 36 salarios mínimos anuales están exoneradas del Iragro y del IVA; por lo tanto, las ventas de sus productos se realizan sin IVA.