Una vez más, la Mesa de Ganados y Carnes se encontró en La Rural. Pero esta vez reunieron a todos los miembros y representantes de entidades e instituciones en el escenario. Luego, el Ing. Agr. Fernando Canosa, y el Lic. Victor Tonelli, ambos coordinadores técnicos de la Mesa, comentaron los puntos más importantes.
Los referentes ganaderos recordaron la situación de la cadena por el 2015, con la creación de este espacio. Ahí, la marcación era menor al 62%, el peso de faena de menos de 220 kg/res, la faena de novillos no llegaba al 17% del total, y la oferta total era de 2,7 millones de toneladas eq/res.
Lee también: De Palermo a todos los hospitales: La Serenísima donará la leche producida
Las exportaciones sólo ocupaban el 7,5% del total producido, con una participación de sólo 2% en el mercado global, y un ingreso de menos de 1.000 millones de dólares anuales. El stock: 52 millones de cabezas. Y, a la vez, un marco regulatorio que limitaba la inversión, con una industria en la que se perdieron 15.000 puestos de trabajo calificado, mientras crecía la competencia desleal traccionada por la evasión sanitaria, impositiva y laboral.
Sin embargo, con el trabajo realizado y lo que queda por resolver, se animan a plantear un escenario cauto y pensado para el 2025. En esta situación posible, la marcación llegaría al 70%, el peso de faena será de 250 kilogramos res, la faena de novillos sería del 35% sobre el total, y la oferta total lograría ser de 4,5 millones toneladas equivalentes res.
Lee también: Alexander y Charlotte, los terneros que nacieron en la previa de La Rural
Las exportaciones, por su parte, representarían el 45% del total de oferta, con unos 2 millones de toneladas peso res, ingresando 13 mil millones de dólares. Para las existencias, estiman de 58 a 60 millones de cabezas, con alta competitividad y protagonismo internacional.
Pero uno de los puntos que más destacaron los especialistas indica que para dentro de poco menos de seis años, podrían crearse 300.000 nuevos empleos formales directos e indirectos, con un mercado con reglas de competencia, y un marco regulatorio con inversiones en base a políticas y regulaciones pro-competitivas.
