El desplome que sufrirá la cosecha argentina como consecuencia de la peor sequía en 50 años tendrá un fuerte impacto en el transporte de granos.
Según una estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se prevé que la carga transportada durante 2018 se reduzca en 20 millones de toneladas, lo que significaría unos 700 mil camiones menos que viajarán hacia los puertos.
Computando también la vuelta, son casi un millón y medio de viajes que no se realizarán, con el consecuente impacto que eso tiene no sólo en el sector transportista sino en diversos rubros que dependen del mismo como las estaciones de servicio, los restaurantes al costado de las rutas y los servicios mecánicos y de venta de repuestos.
Datos
En base a datos tomados de diversas fuentes, la BCR calcula que el año pasado unos 2,57 millones de camiones ingresaron a los seis nodos portuarios argentinos, transportando 72 millones de toneladas de granos.
La reducción de la cosecha llevaría al flujo trasladado por camión a sólo 52 millones de toneladas, lo que significa entonces 1,86 millones de camiones.
En términos porcentuales, la sequía podría achicar un 28 por ciento el ingreso de camiones a las terminales portuarias este año.
¿Y si hubiera bitrenes?
Estas proyecciones de la entidad rosarina forman parte de un informe que elaboró y en el que intentó proyectar cómo podría distribuirse el transporte de granos, en la próxima década, con la incorporación de los bitrenes.
La conclusión a la que llegaron los investigadores Julio Calzada y Alfredo Sesé, es que si los bitrenes comenzaran a incorporarse gradualmente a partir de 2021, concentrando el dos por ciento de las cargas ese año y el cuatro por ciento para 2026, les "robarían" tres millones de toneladas a los camiones tradicionales, que perderían 100 mil viajes hacia los puertos, aunque el crecimiento esperado en la producción granaria argentina igual les garantizaría sumar 75 mil viajes en ese lapso.
