Con el fin de destrabar una protesta que desde hace ocho días mantiene paralizada la actividad de puertos y cerealeras, el Gobierno avaló una suba del 12% en la tarifa de referencia para el servicio de transporte de granos.
Sin embargo, el conflicto parece lejos de destrabarse. Los transportistas autoconvocados continúan con los piquetes y los bloqueos en reclamo de una tarifa con "límites de movilidad".
Los empresarios del sector que quieren trabajar denuncian intimidaciones y aprietes, al igual que las entidades
ruralistas.
El Gobierno jugó ayer su primera carta desde que se inició la medida de fuerza. Convocó a representantes sectoriales para actualizar el monto de la tarifa que perciben los camioneros que despachan la cosecha. En la "mesa de diálogo" se sentaron todas las entidades vinculadas al transporte y las cuatro que nuclean a los productores rurales, además de la Federación de Acopiadores.
"Las partes se comprometen a continuar reuniéndose de manera periódica para tratar temas que van más allá de la tarifa y hacen a la mejora de la competitividad", coincidieron todos los interlocutores al salir de la reunión.
La pelota pasó entonces al terreno de los camioneros autoconvocados, un grupo no sindicalizado liderado por los dueños de los vehículos.
La respuesta no tardó en llegar.
"No se trata de actualizar la tarifa, la cuestión de fondo pasa por una tarifa con límites de movilidad", señalaron los principales interlocutores de la protesta. Quieren que la tarifa tenga márgenes de oscilación para evitar quitas de hasta el 50% en algunos trayectos. "Si querés ir vas, y si no se buscan otro. En el juego de la oferta y la demanda siempre perdemos. Pedimos que el Estado intervenga y no mire para otro lado", le explicó a Clarín Marcelo Gerosa, referente de los transportistas en Santa Fe. Y agregó: "El Gobierno saca la pelota fuera de la cancha, intenta confundir con esta medida. Esta actualización más tarde o temprano se iba a hacer. El reclamo es otro. Nosotros seguimos en las rutas, el paro no se levanta".
El diputado por Santa Fe, Luis Contigiani (Frente Progresista) intentó mediar y propuso establecer una tarifa que no pueda oscilar en más de un 10% para "proteger a los pequeños y medianos empresarios del transporte".
El Gobierno aclaró que "no hay ninguna posibilidad fijar una tarifa única en todo el país". Según el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, "es inviable lo que piden. Les pido a los camioneros que, por favor, se vayan de las rutas, que vayan a trabajar, que vuelven con sus familias".
La protesta consiste en frenar a los camiones y pedir a los choferes que se queden en la banquina. Sin embargo, hay denuncias de sabotajes y de violentas intimidaciones.
RECHAZO DE RURALISTAS
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) manifestó su repudio a los "actos de violencia generados en torno al reclamo de los transportistas de granos por las tarifas". En tanto que la Bolsa de Cereales de Córdoba alertó sobre posible suspensión de personal.
Andrés Actis
