El martes fue el turno del área de Economías Regionales de CAME y ayer de la denominada Mesa Vitivinícola en la que también participó Coninagro. Ambos encuentros los comandó el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, quien claramente busca cerrar amistosamente este año con un sector que afronta una situación complicada.
Lo cierto es que de cara al año que viene desde el Ministerio de Agroindustria prometen conformar diversas mesas de trabajo orientadas a las economías regionales. Básicamente se busca replicar el modelo del sector de ganados y carnes y forestal que hoy está arrojando buenos resultados.
En tanto, ayer los productores vitivinícolas le solicitaron directamente el ministro el incremento de los reintegros a las exportaciones. Desde el sector señalan que lo ideal sería elevarlos en alrededor de 3 puntos, y de esta manera pasarían en promedio del 6 al 9%.
Lo cierto es que actualmente el negocio vitivinícola afronta un panorama complicado, la salida exportadora encuentra su limitante ante problemas de competitividad. A su vez, las pequeñas bodegas y productores de uva subsisten en un esquema de precios bajos.
En este contexto, los representantes de la mesa vitivinícola también solicitaron que el Gobierno nacional impulse la obtención de un nuevo préstamo por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de u$s80 millones, que destinaría a promover el desarrollo de los pequeños productores vitivinícolas a través de la transferencia de tecnología.
"Hoy hay 20.000 productores pequeños con campos que van de 6 a 8 hectáreas en promedio; si no obtienen una ayuda, están condenados a desaparecer, como está pasando en estos momentos", detalló Eduardo Sancho, presidente de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita) luego del encuentro.
Así es que se llevaron una agenda de trabajo de cara al año próximo y como contrapartida, desde el sector prometieron ampliar la convocatoria a otros actores de la cadena.
Por su parte, CAME hizo también una serie de presentaciones y quizás una de las más representativas está dirigida a incrementar la participación del productor en el precio final de los productos agropecuarios.
Otro punto clave que solicitó es el de reglamentar el artículo 11 de la ley pyme para poder acceder a los beneficios que otorga a las actividades identificadas como pertenecientes a una economía regional.
Además, desde CAME también reclamaron que la suba de costos, de la mano del incremento en los precios de los combustibles junto a las tarifas eléctricas, vino a complicar aún más a muchas actividades que afrontan una dura realidad y es ahí es donde se debe hacer foco para que los pequeños y medianos productores salgan a flote.
En problemas. La producción de peras y manzanas fue una de las más golpeadas en los últimos años. Muchos productores abandonaron la actividad por falta de rentabilidad.
