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La faena argentina sigue creciendo, aunque pausadamente

La suba interanual del 20% registrada en enero, surge de la comparación con un mes atípico como enero del 2022.

El incremento respondería al carácter cíclico de la ganadería, con la nueva fase de crecimiento arrancando en algún momento entre fines de 2021 y principios de 2022.

En enero se faenaron 1,19 millones de cabezas, 3% menos que en diciembre, pero 20% más que hace un año.

Fue un mes con casi el máximo de días laborables, 22, con lo que la faena ajustada por esa variable se ubica 12% por debajo de diciembre último, con una suba de 16% interanual.

Hay que tener en cuenta que enero del año pasado fue un mes atípico, con lo que no se debe saltar a conclusiones rápidamente sobre semejante aumento. Aquel enero fue uno de los tres únicos meses con una faena inferior a un millón en los últimos cinco años.

Si bien se puede sostener que este enero tiene la faena más alta desde 2009, lo que tiende a aumentar el significado del incremento, lo cierto es que los eneros de 2010, 2018, 2019 y 2020 no difieren demasiado del actual número

Como venimos sosteniendo desde hace muchos meses, esta suba en la faena responde al carácter cíclico de la ganadería, con la nueva fase de crecimiento arrancando en algún momento entre fines de 2021 y principios de 2022.

Ni los altos precios de los primeros meses de 2022, ni su abrupta caída en los dos últimos cuatrimestres, ni la sequía machaza que afectó a buena parte del territorio argentino, ni las diversas consecuencias económicas y productivas de tales fenómenos forzaron cambios sensibles en la evolución de esta fase.

La evolución comparativa de las faenas de machos y de hembras, tomadas por separado, tampoco muestran divergencias entre sí.

El envío de animales a frigorífico señala un mayor aumento en animales adultos (novillos y vacas) que en los jóvenes, que casi no han aumentado, manteniendo los números.

Analizado por dentición, tanto en novillos como en vacas se están mandando a faena considerablemente más de los de ocho dientes que los de seis, lo que vemos como un gran esfuerzo de los productores por mantener las existencias, pese a todas las adversidades atravesadas.

Por último, la participación de hembras fue de 45,4% en enero, cuatro décimas más intermensual y seis más interanual, así como muy en línea con lo que se viene viendo en el último año y medio.

Tampoco por este lado hay signos de interferencias con el discurrir del ciclo ganadero.