AGRICULTURA

Dejar de pulverizar para comenzar a aplicar

El Ing. Agr. Mariano Luna disertó sobre la necesidad de conocer los factores que influyen y modifican el éxito de una aplicación correcta de defensivos agrícolas.

En el ámbito del 15ª Encuentro Nacional de Monitoreo de Plagas, Malezas y Enfermedades, el Ing. Agr. Mariano Luna conversó acerca de la necesidad de ser eficientes en la aplicación de defensivos agrícolas.

Son varios los factores que pueden influir en cómo el control de una adversidad puede ser efectivo o no. Para lograr con éxito la aplicación, se debe tener en cuenta lo siguiente: las características del objetivo (etapa de crecimiento, estrés, rasgos genéticos), las condiciones ambientales antes, durante y después de la pulverización, la elección del producto (modo de acción y formulación), la dosis utilizada, la configuración del pulverizador, la calidad del agua y selección de adyuvantes, y por último la elección de los productos en mezcla en el tanque.

El especialista destacó la importancia de tener en cuenta estos aspectos, ya que si solo uno de estos factores es alterado el control resultante puede ser pobre, y cuando son varios factores los distorsionados el resultado puede ser directamente una falla total en el control.

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El proceso de llegada del producto desde el tanque del pulverizador hasta el sitio donde ocasiona su efecto, se suele denominar "transferencia de dosis". Para que sea exitoso, se deben tener en cuenta los aspectos mencionados pero sobre todo, se debe utilizar el equipo correcto, las condiciones adecuadas, detectar la maleza o plaga objetivo y el producto debe poder ingresar al objetivo para luego moverse al sitio dentro de la plaga o maleza donde hace su trabajo.

La calidad de una pulverización está condicionada principalmente por la densidad de gotas (número de gotas por unidad de área foliar tratada), al espectro y a la clase de tamaño de las gotas, el índice de área foliar de la cultura, y como consecuencia de los factores descriptos, el volumen de caldo que se pulverizará en un área de cultivo, y la cantidad de gotas a ser distribuida por unidad de área foliar a ser tratada es una variable que depende de las características del producto a ser aplicado.

El proceso de pulverización se realiza con un propósito: el de depositar un producto fitosanitario en un objetivo definido y en cantidad suficiente. Cuando esto ocurre, la operatoria toma un valor superador, ya que deja de ser una "pulverización" para transformarse en una "aplicación". De esta forma, se debe tener en cuenta que las máquinas aplicadoras de productos fitosanitarios son capaces de realizar pulverizaciones, pero más que nada destaca que el usuario tiene que tomar las medidas necesarias para que la operación resulte en una aplicación, es decir que el producto fitosanitario se deposite en cantidad adecuada, en el lugar donde efectivamente es necesario.