Electricidad aplicada
Existe un avance en esta materia que utiliza como principio la carga eléctrica de las gotas. En el mercado nacional casi no existen máquinas con este equipamiento, pero a nivel internacional están disponibles desde los años 90.
Existen resultados de un trabajo realizado por el INTA y la UNER realizado sobre un cultivo de maíz, trabajando con la pulverizadora en sentido transversal o perpendicular a la dirección del viento, el cual era de entre 6 y 8 km/h.
La metodología para analizar la deriva consistió en realizar el conteo de impactos por cm2 en 12 sitios separados por 1.5 m, uno de otro, en sentido transversal a la dirección de avanace, es decir continuando la línea del botalón, y a partir del límite de éste. De este modo fue posible detectar el desplazamiento lateral del caldo asperjado producido por el viento.
Los resultados mostraron una menor deriva en el rango comprendido entre los 4 y los 12 m a partir del extremo del botalón cuando la aplicación se realizó con esta tecnología. Mas allá de los 12 m la deriva fue nula en las dos situaciones, es decir con y sin el uso de carga electrostática de las gotas.
Los autores de este ensayo destacan asimismo que la prueba se realizó con boquillas de pulverización convencionales; y también que existen en el mercado otros sistemas antideriva que permiten disminuir este problema y son aplicables a pulverizadoras convencionales. Podemos mencionar aquí las boquillas de rango extendido y aquellas asistidas por aire.
Tal vez aquí esté el porqué no haya tenido tanta difusión esta tecnología que a su vez requiere una mayor inversión por el costo del equipo.
El aire asiste
Los sistemas de pulverización asistidos por aire, mencionado arriba, reducen sustancialmente las pérdidas de gotas por deriva aún trabajando con bajos volúmenes de aplicación por hectárea. Se logra de este modo un uso racional y efectivo de los agroquímicos con buena penetración y cobertura.
Este sistema funciona en dos etapas:
En primer lugar se produce una atomización del caldo cuando es forzado a pasar a través de un orificio calibrado en el interior de la boquilla por efecto de la presión.
Luego el líquido parcialmente dividido en finas partículas ingresa a una pre cámara en donde se inyecta aire a presión, produciéndose la atomización secundaria. El aire inyectado carga a las gotas, con burbujas de aire, aumentando su tamaño. Cuando estas gotas con burbujas toman contacto con el blanco, estallan, produciendo un número mayor de gotas de menor tamaño.
En esta segunda etapa es donde se puede regular el tamaño de las gotas mediante la presión de aire. Ambos, aire y líquido, se conducen luego hacia la boquilla de salida. La mayor velocidad inicial de las gotas a la salida de la boquilla, generan la posibilidad de mejorar la penetración en cultivos densos y una considerable reducción de la deriva.
Esto redunda en un trabajo más eficiente que permite una disminución del volumen asperjado con relación a un sistema convencional
