Reino Unido aprobó el miércoles la vacuna anti-COVID-19 de Pfizer, adelantándose a Estados Unidos y Europa para convertirse en el primer país occidental en refrendar formalmente una vacuna que, según el Gobierno del país, debería llegar a las personas más vulnerables a principios de la próxima semana.
El primer ministro Boris Johnson proclamó la aprobación de la autoridad médica como una victoria mundial y un rayo de esperanza en medio de la oscuridad creada por el nuevo coronavirus, que ha matado a casi un millón y medio de personas en todo el mundo, ha asolado la economía mundial y ha trastornado la normalidad en la vida de los ciudadanos.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) otorgó la aprobación de uso de emergencia a la vacuna de Pfizer-BioNTech, que según las empresas tiene una eficacia del 95% en la prevención de la enfermedad, en un tiempo récord: sólo 23 días desde que Pfizer publicó los primeros datos de su ensayo clínico de fase final.
Las grandes potencias mundiales han estado compitiendo por una vacuna durante meses para comenzar el largo camino hacia la recuperación, y el hecho de llegar primero puede considerarse como un logro para el Gobierno de Johnson, que ha sido criticado por su gestión de la crisis.
"Es fantástico", dijo Johnson. "La vacuna comenzará a estar disponible en todo el Reino Unido a partir de la próxima semana. Es la protección de las vacunas lo que finalmente nos permitirá recuperar nuestras vidas y hacer que la economía se ponga en marcha de nuevo".
La aprobación de una vacuna para su uso, casi exactamente un año después de que el nuevo coronavirus emergiera en Wuhan, China, es un triunfo para la ciencia, así como para el máximo dirigente de Pfizer, Albert Bourla, y su socia biotecnológica alemana, BioNTech.
Sin embargo, la velocidad vertiginosa con la que se concedió la autorización provocó críticas desde Bruselas, donde, en una declaración excepcionalmente contundente, el organismo regulador de medicamentos de la Unión Europea dijo que su procedimiento para aprobar las vacunas, que es más largo, resulta más apropiado, ya que se basa en más pruebas y requiere más comprobaciones.
Fuente: Reuters