El Delta del Paraná, una de las zonas más diversas y productivas del país, enfrenta desde hace décadas una fuerte transformación por el avance de las actividades humanas. Frente a este escenario, un equipo compuesto por miembros de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) junto con el INTA, productores forestales y ganaderos, y de otras organizaciones impulsa un proyecto que busca reconciliar la producción con la conservación mediante la restauración ecológica con especies nativas.
La iniciativa se desarrolla en un campo ganadero del Delta bonaerense, donde se lleva adelante la plantación y monitoreo de especies autóctonas pertenecientes al ecosistema original conocido como "monte blanco". Este tipo de bosque ribereño, característico del paisaje histórico del Delta, se encuentra actualmente en peligro debido a la pérdida de hábitat y la presión de las actividades productivas.
Leé también: El INTA presentó dos nuevas variedades de arroz adaptadas a las condiciones productivas del país
El proyecto, encabezado por la docente e investigadora María Victoria Dardanelli, tiene como objetivo restaurar los ambientes degradados e incorporar la biodiversidad al sistema productivo, promoviendo un modelo sustentable que beneficie tanto a la naturaleza como a las comunidades locales. La propuesta se enmarca dentro de un enfoque agroecológico que busca compatibilizar la ganadería extensiva con la conservación de los ecosistemas naturales.
"La idea del proyecto es avanzar hacia modelos de gestión forestal más sostenibles, resilientes y compatibles con la conservación de la diversidad biológica", afirmó Esteban Borodowski, docente de Dasonomía en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA).
Según explicó el especialista, el monte blanco aporta múltiples beneficios al entorno productivo, ya que se trata del "hábitat de animales que contribuyen a los sistemas forestales y ganaderos del Delta. Algunos polinizan cultivos y aumentan rindes, y otros se alimentan de plagas y ayudan a la sanidad de los cultivos. Este bosque nativo también funciona como corredor biológico entre áreas protegidas y zonas productivas, y representa una reserva de recursos genéticos y medicinales".
Los beneficios de la reforestación
Los investigadores de la FAUBA destacan que la reforestación con especies nativas contribuye a recuperar funciones ecológicas esenciales, como la regulación hídrica, la fijación de carbono y la provisión de hábitats para la fauna silvestre. Además, permite diversificar el paisaje y mejorar la resiliencia de los sistemas productivos frente a eventos climáticos extremos.
La restauración se realiza mediante la plantación de ejemplares de árboles y arbustos típicos del monte blanco, como el sauce criollo, el aliso de río y el ceibo, entre otros. Cada especie cumple un rol particular en la estructura del ecosistema, aportando sombra, materia orgánica y estabilidad al suelo. Estas prácticas no solo tienen un valor ambiental, sino también productivo, ya que mejoran las condiciones para la ganadería a largo plazo.
El trabajo se lleva adelante junto a productores locales, quienes participan activamente en las tareas de plantación y mantenimiento, fortaleciendo el vínculo entre la ciencia y el territorio. La colaboración con los actores rurales es clave para que los conocimientos académicos se transformen en prácticas reales y sostenibles en el campo.
Hasta el momento, el proyecto logró plantar más de 600 ejemplares pertenecientes a 22 especies nativas diferentes en una superficie de casi cinco hectáreas. Con este avance, los investigadores buscan generar un modelo replicable que sirva de ejemplo para otras regiones del país donde la producción agropecuaria convive con ecosistemas naturales en riesgo.
El trabajo desarrollado por la FAUBA en el Delta del Paraná demuestra que la restauración ecológica no implica frenar la producción, sino repensarla. A través del diálogo entre la ciencia y el sector productivo, la reforestación con especies nativas se consolida como una herramienta concreta para construir un futuro rural más equilibrado y sustentable.
Leé la nota completa haciendo click aquí.
