La gran meca ganadera

La ganadería del norte no quiso perderse esta semana la oportunidad de dejar una huella profunda en la Capital. En Palermo, las vacas y toros de Braford fueron los primeros en mostrarse en la pista y pisaron fuerte; llamaron la atención de todos con una selección de animales muy parejos y de excelente genética.

El gran campeón macho de la raza fue Ibirá Pitá, un animal de algo más de 830 kilos que llegó desde Corrientes con el antecedente de haber ganado el mes pasado la Exposición Nacional Braford, la principal muestra que lleva a cabo esta raza, y de haberse vendido su 50% en nada menos que 320.000 pesos, un precio récord para la ganadería.

“Es un toro muy equilibrado. Tiene mucha carne, lo que se ve en el garrón descendido, redondeado; es muy profundo de costillas, tiene mucho hueso y un prepucio correcto, no muy largo, lo que es bueno para esta raza que anda en zonas con pastos altos”, explica Fabio Clebañer, presidente de la firma Agrodec, criadora del toro y propietaria de su 50%.

El año pasado, el animal participó en La Rural y salió segundo en su categoría. “Se ve que le faltaba desarrollo. Cambió mucho del año pasado a este”, remarca Clebañer. Entre las características que el jurado rescató este año para premiarlo estuvo la circunferencia escrotal, un parámetro que da cuenta de su capacidad reproductiva. Con 47 centímetros de circunferencia, Ibirá Pitá seguramente dejará una enorme descendencia en los campos del NOA y el NEA.

Para eso, en cuanto termine la exposición, el toro -que acaba de cumplir los dos años- irá a un centro de inseminación en el que se le extraerá un semen que hoy seguramente cotiza en alza.

“El padre, Aquiles, es de genética australiana, pero tanto él como la madre son nacidos en nuestra cabaña. Es marca líquida 100%, y está adaptado a campos rústicos”, comenta orgulloso Clebañer.

La cabaña en la que se crió el toro es “Los Orígenes”, un establecimiento que desde la localidad de El Sombrero, en Corrientes, trabaja hace años con las razas Braford, Brangus y Brahman. Este no es el primer premio que obtienen en Palermo y seguramente no será el último porque están a la vanguardia en el mejoramiento genético. “Cuando uno viene a Palermo trae lo mejor de lo mejor. Hay mucho descarte, muchos quedan en el camino”, dice el criador.

El genetista Carlos Ojea Rullán, asesor, dice que Ibirá Pitá es uno de los toros más completos que ha presentado en una pista de exposición. “Tiene todo lo que se busca en la raza en la actualidad: musculatura, profundidad, corrección, color, pigmentación, circunferencia escrotal y gran área de ojo de bife. Su madre es una de las donantes más destacadas de la cabaña”, asegura.

Clebañer agrega que el Gran Campeón está muy bien pigmentado, tanto en el manto como en la zona ocular. “También tiene excelente área de ojo de bife”, destaca.

Respecto al cuidado que el toro recibe durante el año, Clebañer dice que se intenta que esté en el campo para que no pierda rusticidad. “Solo en los últimos dos meses el animal duerme bajo techo, si no, duerme en el campo, abajo de la lluvia. En cuanto a la alimentación, se le da una ración muy equilibrada para que gane exactamente la cantidad de gramos por día necesarios para que no se engrase”.

De esta manera, con buena genética, más adaptación al ambiente, queda resumida buena parte de la ecuación necesaria para el crecimiento de la ganadería en una región estratégica.