Hace algunos años, la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) realizó estudios de prueba extraoficiales donde demostraban que era factible elevar hasta un 20 por ciento de biodiesel el corte con gasoil, lo cual no significa riesgo para los vehículos, según el informe realizado en 2 bancos de prueba en motores Hilux. Hoy la mezcla fijada es del 10 por ciento.
Es por ello que Juan Facciano, miembro de la empresa productora de biodiesel Albardón Bio, expresa que por más que no esté homologado el estudio por las terminales, “los exámenes son lo suficientemente serios como para que sean tenido en cuenta”.
“Desde el punto de vista técnico, las pruebas que ha hecho CARBIO demuestran fehacientemente que se podría llevar el corte automotor a un 20 por ciento”, insiste el empresario. No obstante, reconoce que con la fuerte baja del barril de crudo que se ha dado en estos últimos meses y una merma en el consumo de gasoil del mercado interno, se está gastando menos en importaciones de diésel, por lo que la fuga de divisas es mucho menor en comparación con meses anteriores.
Sin embargo, ante este panorama, resalta que el precio del biodiesel, que hoy ronda los 7 pesos el litro, es levemente más caro que el del gasoil importado, esto se debe a que la cotización del barril de petróleo que regula el gobierno nacional lo ubica en los 72 dólares, muy por arriba del valor internacional que oscila en los 55 dólares.
“Habría que promover que, dentro del mercado interno, el gasoil, sea importado o nacional, tenga el mismo gasto impositivo que tiene el biodiesel, o, en su defecto, que el biodiesel goce de las mismas exenciones, no tanto para el abastecimiento automotor sino para cubrir otros nichos de mercado como puede ser la generación eléctrica o el transporte público”, arroja como una de las posibles soluciones para impulsar el consumo del mercado interno, Facciano.
En cuanto a generación de energía eléctrica por medio del quemado de biodiesel, el especialista recuerda que durante todo este año se decretó una normativa que exime al biocombustible de pagar impuestos, siempre y cuando sea destinado a las centrales térmicas, pero advierte que el problema que encuentran los fabricantes es que Cammesa, la empresa que administra el mercado mayorista de energía, controlada por el Estado, propone “un precio muy por debajo de lo que paga la Secretaría de Energía” en su cotización mensual.
“Hoy tenés la Ley pero Cammesa ofrece pagar el biocombustible a un precio que no es conveniente al productor”, aclara Facciano.
