Agricultura

El girasol en jaque por altas temperaturas

Se estima que se perdieron más de 17.000 hectáreas en el noreste de lo sembrado con girasol. Aseguran que sobre el 62% del área cosechada se obtuvieron apenas 1.220 kilos por hectárea

20 Ene 2014

El clima le está "jugando una mala pasada al girasol", advirtió la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) en un informe. "La falta de humedad y las altas temperaturas en el noreste argentino redundaron en rindes muy bajos, resultando en una cosecha prevista de 2,5 millones de toneladas", indicó. Así, al igual que el maíz y la soja, la ola de calor afectó también a esta oleaginosa.

El informe fue elaborado por el economista Jorge Ingaramo, quien aseguró que en lo que el Ministerio de Agricultura de la Nación definió como la segunda peor campaña de siembra de girasol en 40 años, el clima no viene acompañando al cultivo en la mayor parte del país, y los resultados de la cosecha se revelan muy bajos.

Ingaramo afirmó que "se han perdido más de 17.000 hectáreas en el NEA, y sobre el 62% del área cosechada se obtuvieron apenas 1.220 kilos por hectárea". En Formosa, la trilla finalizó con rindes de apenas 700 kilos, en el centro-norte de Santa Fe, la siembra fue tardía, concentrada en octubre, con lo cual se espera que a principios de febrero se generalice la cosecha. 

"En este contexto, es imprescindible una reducción de la alícuota de derechos de exportación, para evitar esta situación a futuro. Resulta imperioso para la cadena trazar una estrategia conjunta con el Gobierno para evitar un escenario peor en la próxima campaña", concluye el informe.

Por su parte, según el último Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en los últimos 7 días se registró un avance en la cosecha del 3,6% y, en comparación con la campaña pasada 2012/13, un retraso interanual de 4,9 puntos. 

En la región NEA la trilla cubrió el 80% del área, mientras que los rindes obtenidos hasta el momento varían a lo largo de toda la zona, oscilando entre los 700 kilos por hectárea y los 2.000 kilos por hectárea. Esta variación observada en las productividades se debe a la ausencia de precipitaciones y a las elevadas temperaturas durante la etapa crítica del cultivo sobre gran parte del área sembrada. Los lotes ubicados en el centro-norte santafesino, a la fecha se encuentran un 50% en madurez fisiológica y un 50% finalizando el llenado de los granos. Si bien la cosecha no registró un gran avance, los rindes obtenidos van desde los 12 a los 27 qq/ha. 

Hacia el sur del área agrícola nacional, en donde se concentra más del 65% de la superficie girasolera, la humedad en los perfiles varía en cada una de las zonas. Pese a ello, la ausencia de lluvias durante un prolongado período y las elevadas temperaturas registradas empeoran semana a semana la condición de los cuadros.

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