Mientras la practicidad y la eficiencia se valoran cada vez más en el tratamiento de semillas, la co-inoculación, que implica el uso de microorganismos coasociados, solía presentar complicaciones para aquellos que confiaban en sus ventajas. Sumar formulaciones separadas ocupaba más espacio en la superficie de la semilla y no garantizaba que cada microorganismo pudiera expresar plenamente su beneficio principal.
Con este desarollo, Rizobacter propone pasar de la co-inocualción a la inoculación múltiple, más allá de la cantidad de microorganismos presentes en el tratamiento. La innovación, llamada Rizomix, se aplica, inicialmente, a un inoculante que incluye dos bacterias en la misma formulación líquida: Bradyrizobium Japonicum y Pseudomona Pergaminensis; pero es el primer paso de un potencial desarrollo que, hasta ahora, era impensado.
El mix de estas dos cepas permite potenciar la Fijación Biológica de Nitrógeno y facilitar la disponibilidad del Fósforo para que la planta lo aproveche mejor, ya que se trata de un nutriente que -en su estado natural- es de difícil absorción e imprescindible para desarrollar una mejor nodulación. De esta manera, ambos microorganismos promueven una relación sinérgica que se traduce, aproximadamente, en un 10% más de rendimiento versus testigo sin tratar.
La combinación de los dos microorganismos no es casual. El fósforo es el principal nutriente mineral que alimenta la reacción que transforma el nitrógeno atmosférico en nitrógeno amoniacal, que es el que toma la planta y que, por medio de la simbiosis, genera la Fijación Biológica de Nitrógeno. Es posible prever que en un futuro muy cercano esta tecnología permitirá también intervenir en distintos aspectos fisiológicos para la planta.
El resultado deviene en nódulos más eficientes, mayor desarrollo radicular (que permiten mayor absorción de nutrientes y agua) y un potente efecto de promoción de crecimiento de masa radicular y de hojas verdes, lo que habilita al cultivo a captar mayor radiación solar; todos componentes que promueven positivamente el potencial de rendimiento. El primero en salir a mercado será para soja y en packs para tratar 3 mil kilogramos de semillas junto al biocontrolador fúngico Rizoderma.
Debido a su novedosa formulación, la tecnología Rizomix requiere menor volumen de aplicación para lograr resultados óptimos, permitiendo sumar más tratamientos en menos espacio sobre la semilla. No solo es más práctico, sino que además, disminuye exponencialmente el pegoteo de semilla en la sembradora, lo que simplifica el proceso para los agricultores.
Con esta innovación, Rizobacter lidera una nueva generación de inoculantes, abriendo la puerta a una amplia diversidad de productos que pueden incluir dos o más microorganismos beneficiosos en una sola solución. Esto permite proporcionar a los productores soluciones más precisas, adaptadas a las condiciones ambientales de cada zona productiva y que optimizan el potencial genético de las semillas. Reemplazar la coinoculación por la inoculación múltiple también libera más espacio en las semillas, posicionando la presiembra como una estrategia fundamental en el enfoque productivo.
Cuando parecía que en inoculación estaba todo dicho, Rizobacter abre un nuevo capítulo.