Un hombre de 36 años se encuentra muy grave de salud tras comer el llamado "hongo de la muerte" en Córdoba. Según medios locales, se trata de un turista oriundo de Río Cuarto que encontró el ejemplar de la especie Amanita phalloides mientras visitaba Santa Rosa de Calamuchita. Tras consumirlo, sufrió una "insuficiencia hepática fulminante" y ahora lucha por su vida.
Desde El Doce, médicos del hospital donde permanece internado desde el 24 de enero, informaron que el cuadro del hombre es de extrema gravedad. Al respecto, el doctor Mario Sorbera afirmó: "El hongo que comió le produjo una insuficiencia hepática fulminante".
A la vez, afirmaron que la ingesta del Amanita phalloides "es fatal en el 95% de los casos", y pidieron que se difunda la imagen de la especie para evitar que se la consuma por error.
El Amanita phalloides, también llamado "hongo de la muerte", "oronja o cicuta verde" o "canelaja", es una especie que crece únicamente junto a los pinos y robles, es común encontrarlo en varios sectores de las sierras cordobesas.
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Aseguran los especialistas que su forma es similar a la de algunas especies de champiñón silvestre, especialmente durante su juventud, cuando desarrollan un sombrero redondeado y hemisférico de entre 5 y 15 centímetros que se va achatando con el paso del tiempo. Por este motivo, suele ser confundido por el ojo inexperto como una especie inocua. Sin embargo, es una de las más mortíferas para el ser humano.
Si bien el "hongo de la muerte" provoca un daño generalizado en el organismo, sus toxinas afectan específicamente al hígado y los riñones. De esta forma, si se lo consume en grandes cantidades provoca rápidamente un fallo hepático que puede conducir a la muerte.
Las reglas no siempre son verdaderas
Los especialistas tampoco sugieren confiarse de las supuestas reglas que circulan en internet ya que no hay un patrón para distinguir un hongo tóxico de uno comestible.
Algunas de esas reglas falsas son: un hongo es venenoso si tiene colores vistosos, si al cortarlo cambian de color, si debajo del sombrero tiene laminillas o si tiene anillo. Todo esto es falso.
Un solo ejemplo: el champiñón tiene laminillas y anillo en su etapa adulta, solo que se consume de más joven, cuando aún no desarrolló estas características.
