Juan Martín Salas Oyarzun es un hombre del oeste bonaerense, tiene campo en Salazar y vive en Pehuajó. Este ingeniero agrónomo de 45 años, casado y con dos hijas, se formó en la Universidad de Buenos Aires, lleva más de 25 años a cargo del campo familiar y otros 16 como miembro fundador del grupo CREA La Vía.
"El girasol aporta diversificación y estabilidad al planteo agrícola", apunta el flamante presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR): "Diversidad por el momento de definición de rendimiento, por la logística de granos, por su menor incidencia en los costos comerciales y fundamentalmente por el aporte en el flujo de fondos que hace a las empresas". Además, "libera el lote temprano, permite una mejor implantación de verdeos, pasturas y cultivos de fina y hace posible que los cultivos de cobertura expresen el máximo potencial".
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En su opinión, con girasol se pueden obtener altos márgenes económicos y sostener una buena rentabilidad en condiciones climáticas adversas, cuando los demás cultivos no prosperan. "Tengo el buen recuerdo de lo que fue la sequía de la campaña 2008/2009. En esa campaña expandimos más el área del girasol y nos fue excelente; mientras que con el resto de los cultivos de gruesa sufrimos un desastre, ese año el girasol nos salvó", recuerda.
En su gestión al frente de ASAGIR, Salas Oyarzun estará acompañado por Guillermo Pozzi Jáuregui como vicepresidente primero y nuevo gerente técnico de la Asociación, función que fuera ocupada desde la refundación de la entidad y hasta su fallecimiento por el ingeniero Carlos Feoli.
