La actual temporada para la fruta de carozo en Río Colorado, tiene un sabor agridulce para los productores. A la muy buena cosecha que se prevé este año, se contraponen los precios de los mercados, que son similares o menores a los años pasados. Si a este escenario se suma el registro inflacionario del 2017, el resultado para los chacareros no es muy alentador.
De todos modos, el ánimo del sector se mantiene alto, porque pudieron superar dos temporadas sumamente críticas donde las inclemencias del tiempo dejaron al sector sin frutas.
Y prácticamente toda la producción de carozo está saliendo de la localidad para las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y al sur del país.
Los precios "desinflados" van de la mano con la crisis económica por la que está atravesando la Argentina.
Durante la recorrida por la zona productiva, las distintas consultas coincidieron en que "no son los precios que se esperaban, pero por lo menos tenemos frutas para vender y poder afrontar los compromisos asumidos durante el año. Ayudando económicamente para afrontar lo que será el mes próximo la cosecha de la fruta de pepita, que aún es una incertidumbre"
Otro punto conflictivo fue contar con la cantidad necesaria de mano de obra para el raleo y por estos días para levantar la fruta.
"Venimos de temporadas sumamente complicadas y actualmente sin lograr precios esperados, aún así estamos por sobre el costo de la producción y nos está dando algo de oxígeno para encarar en pocas semanas más la temporada de la fruta de pepita donde nos sigue inquietando lo que va a pasar", señaló Víctor Pardo, presidente de la Cámara de Productores
A lo largo del día, aprovechando al máximo las horas de luz, tratando de evitar las mayores temperaturas, se pueden ver chacras en movimiento que también le cambia un poco a la energía a la localidad.
La familia de Juan Carlos Azcón está comercializando todas sus frutas fuera de la localidad. "El mercado había comenzado temeroso, tranquilo, pero ahora repuntó y estamos vendiendo todo. A lo mejor no con los precios que esperábamos, pero igual alcanza." Señaló Sergio.
Pedro Fernández es uno de los varios productores frutícolas que tras dos años críticos decidieron hacer una fuerte apuesta en defensas mecanizadas para salvar a la producción. Mientras trabajaba en uno de los cuadros señaló: "Es una temporada buena y estamos trabajando contra reloj, porque el calor nos madura rápido la fruta. El viernes pasamos por este cuadro y le faltaba bastante, pero hoy ya estamos juntándolas." Y agregó "Tenemos mucha fruta de carozo, pero le está faltando calibre, la fruta es un poco chica, calculamos que es por el mismo clima. Creemos que en la próxima remesa saldrán frutas con mejor tamaño". Se lamentó por los precios obtenidos hasta el momento.
"Los valores están más desinflados que los del año pasado. Pero tenemos que seguir", indicó.
La familia es reconocida en el sector productivo de Juan Carlos y sus hijos Sergio y Emiliano, quienes trabajan 74 hectáreas de frutas y con su propio transporte comercializa sus productos en otros puntos del país.
"Para que nos rinda un poco mas económicamente, trabajamos en familia, produciendo, embalando y las vendemos nosotros mismos. Al comienzo de la temporada parecía que venía feo, porque había mucha cantidad y no había mucha demanda, pero por suerte ahora repuntó y todo lo que sacamos estamos vendiendo y a valores medianamente razonables".
La familia lleva sus producciones a Ushuaia, Villarino, Bahía Blanca, Buenos Aires, Viedma, Patagones, Santa Rosa, entre otros puntos.
Por su parte, Víctor Pardo responsable de la Cámara agregó: "Este año el clima nos acompañó y en la zona después de años críticos pudimos sacar buenas cantidades de fruta de carozo y nos espera algo similar con las frutas de pepitas. Hasta el momento los precios no son los esperados, igual le cambió el panorama anímicamente y financieramente a los productores".
Remarcó que "este oxígeno que nos dio el carozo, nos permite llegar con otras fuerzas a la temporada alta con la cosecha de pera y manzana que comienza los primeros días de enero."
Según el censo oficial que maneja el SENASA, Río Colorado se encuentra entre las principales localidades con mayor cantidad de fruta de carozo dentro de la provincia de Río Negro.
Sobre 291 hectáreas registradas, 31 hectáreas son de cerezas, 54 hectáreas de ciruelas, 157 hectáreas de duraznos, 48 hectáreas de pelón y 1 hectárea de damasco.
Sobre unas 1.000 hectáreas en producción, 660 hectáreas son de manzana y 340 hectáreas son de peras.
Al menos esta vez los productores pudieron poner en marcha la cosecha sin sobresaltos climáticos. Ese es el paso adelante más importante respecto del año pasado.
Brusca caída en del precio por cajón
Algunos precios promedios que recibió el productor por su fruta en Río Colorado.
Un cajón de 23 kilos de cereza, inició a $ 900, rápidamente pasó a $ 700 y cayó a los $ 450/$ 400.
Los primeros cajones de duraznos de 20 kilos, se vendieron a $ 700, pero en horas se derrumbó a los $ 400.
Algo similar sucedió con cajones de 20 kilos de ciruela y el pelón comenzó a $ 700 y cayó a los $ 450.
Un obrero cobra $ 600 por cada día de trabajo
Un trabajador rural por estos días está trabajando en las chacras aproximadamente de 7 a 11:30 y desde las 14 a 18 horas.
Percibe por cada día de trabajo $ 600.
Durante la faena de la cereza cada cosechador recibió $ 150 por cada cajón completo y el promedio fue de 4 a 6 cajones por día de trabajo.
"Es difícil conseguir trabajadores para la fruta de carozo, porque los cajones demandan más horas de trabajo y no le termina siendo tan redituable a las personas. Es más fácil para la manzana o la pera", señalaron algunos trabajadores consultados.
No fue fácil conseguir mano de obra para las tareas del raleo de la fruta de carozo. El escenario es similar a la hora de la cosecha en Río Colorado.
"El mercado había comenzado temeroso, tranquilo, pero ahora repuntó y estamos vendiendo todo. No son los precios esperados".
Sergio Azcón, productor de la zona.
La clave para conseguir más valor es vender afuera
Alan y Blas Mellados, comerciantes e hijos de productor frutícola sostienen que "la gente busca calidad y precios, cuando tiene el dinero se vende muy bien. Para que le quede un margen aceptable al chacarero, se tiene que enviar la fruta a los mercados fuera de Río Colorado."
"También el verdulero de la zona compite con los comercios que comercializan frutas robadas y por ende ponen precios por el piso."
Ellos comercializan su propia fruta.
El dato
291
hectáreas implantadas con frutas de carozo tiene la localidad de Río Colorado. El durazno es el más importante.
En cifras
$ 25 a 40
según la calidad, es lo que cuesta el kilo de cereza. Hay sobreoferta en estos días.
$ 20 a 38
es lo que se cobra por cada kilo de duraznos en las verdulerías de Río Colorado.
Por Jorge Tanos