El resultado de junio se dio porque las importaciones crecieron 15,4%, mientras las exportacionescayeron 2,6%, en particular por el desplome de las ventas del sector sojero, algo que no es habitual en esta época del año, según el Indec.
Las exportaciones sumaron u$s 5150 millones (descenso de 0,7% en precios y 1,9% en cantidades).
Y principalmente se debe a una baja de 8,8% en las ventas de manufacturas de origen agropecuario, en especial del complejo oleaginoso.
En ese sentido, los embarques de harina, pellets, porotos y aceite de soja en bruto se desplomaron el equivalente a 9,9% del total de las exportaciones totales de junio: "Ese comportamiento, determinante en el agregado, opacó algunos crecimientos significativos de junio", indicó el Indec, respecto de las ventas externas de maíz, vehículos para el transporte de mercancías de hasta 5 toneladas, y carnes.
La caída en las exportaciones del principal commodity agrario se profundizó en el segundo trimestre, debido a que los productores se demoraron en cerrar operaciones a la espera de mejores precios y un alza del tipo de cambio; así como las dificultades por las inundaciones. "Las mejores condiciones económicas de los productores durante esta campaña y el acceso a crédito en dólares otorgan margen para una mayor especulación", dijo un informe de Abeceb. "La liquidación viene recuperándose con fuerza en julio en línea con el aumento de precios y a partir de la depreciación del tipo de cambio", agregó.
También cayeron 44% las ventas de energía y 3,6% las de productos primarios. Y sólo crecieron las ventas de manufacturas de origen industrial (12,4%), debido a la recuperación de la economía brasileña. Los principales aumentos se observaron en vehículos automotores.
En tanto, las importaciones aumentaron en todos los rubros, excepto en combustibles y lubricantes (5% de baja). Subieron hasta los u$s 5898 millones, por mejora de 5,8% en precios y 9% en cantidades.
Crecieron 32,3% las compras de piezas y accesorios para bienes de capital; 25,6% las de vehículos automotores de pasajeros; 18,1% las de bienes intermedios; 13,2% las de bienes de consumo, y 10% las de bienes de capital.
"Las exportaciones no alcanzan para pagar las importaciones, que no son del todo productivas. Hasta mayo hubo atraso cambiario, las exportaciones no repuntan. Y no todas las importaciones son para inversión, porque las compras de bienes de consumo y autos crecen a dos dígitos. Si tenés déficit comercial, pero estás importando bienes de capital para inversión, eventualmente producís más y exportas más y se repaga. Pero si importas sólo bienes de consumo o autos, es más negativo el atraso cambiario", dijo el economista jefe de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Graviña.