Diputados de las provincias de Entre Ríos, Chaco y Tucumán presentaron un proyecto de ley para declarar por un año la emergencia económica y financiera a las producciones entrerrianas aviar, porcina y citrícola.
Los legisladores encabezados por el diputado Jorge Barreto (FPV, Entre Ríos) piden una serie de beneficios por ley para "todos los productores agropecuarios avícolas, citrícolas y de porcinos de la provincia de Entre Ríos, que deban reconstituir su producción o capacidad productiva y/o tengan excedentes de mercadería que no puedan colocar en el mercado".
Los instrumentos contemplados en la norma que se proyecta son prórrogas de impuestos nacionales, plazos de vencimiento, suspensión de juicios, e incluso liberación al pago de aranceles para el traslado de hacienda. También se establece la aplicación de subsidios y líneas de crédito blando.
Los legisladores hacen foco en la necesidad de la medida debido a la apertura de importaciones y políticas recesivas implementada por el actual gobierno que "coloca a los productores en una situación crítica".
Según Barreto en el breve periodo de gestión que lleva Cambiemos "de manera silenciosa, ingresaron al país miles de toneladas de productos clave de la canasta básica generándoles a los productores serios problemas de competitividad y de subsistencia de sus empresas".
Además, subrayan que la "fuerte suba de costos y el ciclo recesivo que impulsa el Gobierno como único plan económico, no hizo más que agravar la situación por la que están atravesando los productores de la provincia de Entre Ríos".
Según datos del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) en el primer semestre de 2016 se importaron desde Brasil 4 millones de kilos de pechugas deshuesadas de pollo, mientras que en todo 2015 ese número llegó a sólo 500.000 kilos.
El legislador definió a al estado de crisis en la citricultura de su provincia como "catastrófica", agravada por la falta de resolución de los problemas como la suba del costo de los insumos, la adversidad climática, la falta de mercados de exportación, entre otras razones. Y remarca la contradicción de la situación con "la entrada de por lo menos unas tres mil quinientas toneladas de naranjas que vinieron de Valencia, eventualmente han entrado desde México y Chile".
"Es paradójico, pero en la Argentina -que ocupa un lugar destacado entre los países productores de alimentos- hacer una simple compra en el supermercado puede traer aparejadas algunas sorpresas que pocos consumidores realmente conocen. Es probable que terminen comprando pollo importado de Brasil, bondiola de Dinamarca, espinaca de Bélgica, zanahorias de Chile o cebolla fresca de Polonia. La lista de productos que están ingresando a la Argentina es muy amplia e incluye alimentos que pocos podrían imaginar que llegan importados desde países de Asia, Europa o América", argumenta el diputado entrerriano.
