Con una participación récord de asistentes y cantidad de stands, ayer comenzó en esta ciudad el XXIV Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), una de las entidades técnicas del campo con mayor presencia de productores de avanzada.
El congreso refleja el fuerte cambio de expectativas para la agricultura tras la rebaja de las retenciones y la eliminación de las trabas para exportar, además del sinceramiento del valor del dólar. Contra los 3800 concurrentes del año pasado, ayer los organizadores contabilizaron 4400.
El congreso lleva como lema "Resiliar", un concepto que viene de la psicología y fue elegido para demostrar, en el nuevo contexto del país, que los productores tienen capacidad para superar los malos momentos.
"Se respira un ambiente distinto, se siente en los pasillos. Por primera vez en mucho tiempo tenemos un gobierno que nos escucha", señaló Pedro Vigneau, presidente de Aapresid, durante su discurso en el acto inaugural. Lo escuchaban el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; la intendenta local, Mónica Fein, y el secretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías de la Nación, Néstor Roulet, en representación del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.
Roulet dijo que "es la primera vez que la Argentina tiene una política agroindustrial". Y luego agregó que, en materia de política para el sector, el país "hoy tiene en claro adónde vamos".
Como sucede todos los años, este congreso sirve para tomar el pulso de los planes de los productores y técnicos semanas antes del inicio de una nueva campaña. Ezequiel Gregorutti, de Villa Minetti, en el norte de Santa Fe, contaba ayer que en esa región, luego de varios años, están volviendo grandes grupos de siembra que se habían retirado de la zona.
Aunque el proceso tiene su efecto colateral para los productores locales, como un aumento del 20% en los alquileres.
Según Gregorutti, en su empresa la superficie de siembra total crecerá entre un 12 y un 15% frente al año pasado. "Aumentamos la compra de maquinaria y alquilamos más campos", describió.
En las empresas de insumos tienen medido el repunte. De acuerdo con Antonio Aracre, director general de Syngenta para Latinoamérica Sur, en el segundo trimestre de este año la venta de agroquímicos creció 10% respecto de igual período del año pasado, en tanto que "explotó" un 60% hasta el momento la comercialización de semillas para los cultivos de maíz y girasol.
En otros sectores de la cadena comercial también destacaban ayer una consolidación de las ventas de fertilizantes. "Ya hay una clara recuperación, que ronda el 35%", expresó Marco Prenna, presidente de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa). Luego de haber registrado un nivel de 3,2 millones de toneladas en 2014, el año pasado el mercado de fertilizantes bajó a unos 2,4 millones de toneladas. Ahora, según Prenna, se espera que "recupere un millón de toneladas" cuando finalice el año.
En Monsanto, Juan Farinati, presidente de la filial local, subrayaba que, por el volumen y el nivel de tecnología requerido por parte de los productores, "a mitad de la campaña la demanda está sostenida".
Pero no todas son flores en la mejora de la actividad. Ayer, productores del sudeste bonaerense contaban que, por el atraso que hubo en la cosecha de soja debido a las continuas lluvias, allí hay lugares donde la siembra de trigo avanzó a un 60% de lo previsto, cuando ya debería haber concluido.