Baja sobre la nada

La baja de retenciones en cereales sin precio, podría tener poco efecto

La baja permanente de retenciones impulsó una suba inmediata del trigo y mejoró el ánimo del mercado. Sin embargo, con una cosecha récord en camino y muchas toneladas sin vender, el efecto podría ser pasajero

12 Dic 2025

La decisión del Gobierno de reducir los derechos de exportación de los principales granos, reactivó el mercado y volvió a poner al trigo en el centro de la escena. En el caso del trigo, la baja de retenciones del 9,5% al 7,5% se tradujo rápidamente en los precios. En el mercado de Rosario, el cereal mostró una mejora cercana al 4% en la rueda posterior al anuncio, un rebote que cortó una tendencia bajista que venía arrastrándose desde noviembre y que había llevado los valores a niveles bajos para el productor. 

El traslado al precio fue casi inmediato porque el mercado todavía tenía mucho margen para reaccionar. A diferencia de otras campañas, una parte importante del trigo nuevo aún no estaba comprometida para exportación, lo que permitió que el nuevo esquema impositivo impactara sobre una gran cantidad de operaciones potenciales. En términos prácticos, el exportador pudo pagar más y eso se reflejó en la pizarra. 

Sin embargo, la campaña 2025/26 se perfila como una de las más grandes de los últimos años, con una producción estimada en torno a las 27,7 millones de toneladas. Este volumen implica una gran oferta que no tardará en buscar precio y salida comercial, especialmente si la mejora incentiva ventas. 

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El dato más relevante es que a comienzos de diciembre comienzos de diciembre todavía falta ponerle precio a 26,37 Mt entre soja y maíz 2024/25, y para el trigo nuevo 2025/26 restan sin precio 21,12 Mt. De este modo, sólo 19% de la producción estimada 2025/26 tiene precio firme, por lo que el recorte de DEX impactaría sobre una masa muy grande de mercadería, pero que todavía no tiene precio. 

Desde el lado del Estado, la baja de retenciones implica resignar recaudación, estimándose un impacto directo de US$ 511 millones menos de recaudación por DEX en 2026. Sin embargo, la medida también busca apostar a un mayor dinamismo comercial y a mejores señales para la producción. Para la cadena triguera, el recorte mejora márgenes y aporta previsibilidad, aunque no alcanza por sí solo para cambiar el escenario estructural de precios internacionales ajustados. 

El balance de la baja de DEX le dio (por ahora) aire al trigo y cambió el ánimo del mercado, pero no elimina las tensiones de fondo. Con una cosecha récord y muchas toneladas listas para salir, el desafío será administrar la oferta para que el impulso inicial no se diluya rápidamente.