El trigo del oeste núcleo recibió un impulso clave con las lluvias de julio
Con registros que duplican las medias históricas del mes, las precipitaciones del 9 al 11 de julio mejoraron la humedad superficial y aseguraron una buena implantación del cultivo, alentando el inicio de una campaña con altas expectativas.
Las lluvias registradas entre el martes feriado y el jueves 11 de julio trajeron alivio y renovadas expectativas para los productores del oeste de la región núcleo. Con acumulados que oscilaron entre los 10 y 30 milímetros, el agua llegó justo a tiempo para reforzar la implantación del trigo, en una zona que comenzaba a mostrar signos de déficit hídrico en los primeros centímetros del perfil del suelo.
Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), estos valores duplican, en algunos casos, la media mensual esperada para todo julio, un comportamiento inusual para esta época del año. "Llovió mejor de lo que se esperaba", señaló Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), destacando el efecto positivo de las precipitaciones en una etapa clave del cereal.
Leé también: Vuelven el frío y las tormentas: el invierno se hace sentir por unos días
Las localidades del este cordobés fueron las más beneficiadas. Hernández registró 30 mm, Bell Ville 24 mm, Idiazábal y Noetinger 20 mm, mientras que Guatimozín y Pozo del Molle alcanzaron los 18 mm. En el noroeste bonaerense, General Villegas y General Pinto se destacaron con 28 mm.
Estas lluvias no solo afirman la emergencia y el establecimiento de las plántulas de trigo, sino que consolidan la perspectiva de una campaña con alto potencial productivo. Además, ratifican la proyección de un invierno más húmedo, con precipitaciones por encima del promedio.
Desde el ámbito técnico, el consultor José Luis Elorriaga explicó que "los modelos de pronóstico indican que durante la segunda quincena de julio seguirán predominando las temperaturas moderadas, dentro de los parámetros invernales, por la influencia de la circulación del noreste". Esta circulación contribuirá al ingreso sostenido de humedad, lo cual, en combinación con frentes fríos provenientes de la Patagonia, podría seguir generando nuevas lluvias sobre el centro del país.
Para los productores del oeste núcleo, las precipitaciones de estas 48 horas resultaron ser un salvavidas agronómico: no solo frenaron el incipiente estrés hídrico, sino que también sembraron optimismo en el arranque de una campaña que, por ahora, promete.