Brasil

Un puntal que empieza a flaquear

Soja y Brasil. Se ha dicho hasta el cansancio que esas dos variables han sido suficientes para apuntalar la economía argentina durante la década kirchnerista

19 May 2013

Una de ellas, la que corresponde al "yuyo bendito", mantiene estoica su rol, aunque cada vez más golpeada por el desincentivo a invertir que implican la suma de altas retenciones más el no reconocimiento del verdadero valor del dólar. Pero la otra, la del principal socio del Mercosur, hace un tiempo que está eclipsada.

 

Sucede que la economía de Brasil está desacelerada en comparación con lo que ocurría hace dos años. Y, además, hay una preocupación de su gobierno por la inflación. Esta realidad hace suponer que la demanda brasileña de productos argentinos será menos dinámica de lo que se esperaba. Un golpe más al ingreso de dólares al país.

 

La Cepal estima un crecimiento del PBI de 3% para Brasil este año, muy por debajo de otros países de la región. Además, señala Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI, cada trimestre su PBI crece menos respecto del anterior. "Esto hace prever que la demanda brasileña de exportaciones argentinas no será tan robusta", explica el especialista.

 

Si bien la relación bilateral entre ambos socios comerciales es deficitaria para la Argentina desde hace un lustro, en los últimos dos años la situación se complicó más para las industrias exportadoras locales debido a la caída de competitividad que comenzó a corroer su rentabilidad.

 

Según Juan Pablo Ronderos, gerente de Desarrollo de Negocios de abeceb.com, salvo algunos sectores particulares, como el de autos, en el resto se sigue aún esperando la aceleración del crecimiento brasileño que se aguarda desde el año pasado.

 

Además, la relación bilateral está en un punto de equilibrio muy bajo, luego de las restricciones comerciales que impuso la Argentina en 2011 y que perjudicaron mucho más a Brasil que a otros socios. "Si a eso se le suma la incertidumbre macroeconómica general argentina, que generó ruido en las inversiones que ya tenían empresas brasileñas aquí, lo que vemos es que la sociedad no pasa por su mejor momento", acota Ronderos.

 

Por último, Brasil está desde hace varios años en una etapa de baja inversión, de 18% del PBI, lo que significa que por más que el gobierno intente estimular la demanda (lo que haría crecer las exportaciones argentinas hacia ese destino) encuentra un obstáculo en la falta de capacidad de respuesta de la oferta, que se traduce en inflación.